NO LES PASA NADA. ¿Sueñas con comprarte un descapotable rojo, te has puesto un injerto de pelo y te machacas en el gimnasio cuando nunca lo has hecho? Tranquilo. No pienses que el tiempo se va a acabar mañana. Empiezas una nueva etapa, nada más. Sigues siendo el mismo.
25 jul 2019 . Actualizado a las 10:41 h.El reloj pasa. Tic, tac, tic, tac. Y de repente un día te das cuenta de que se ha ido media vida sin que apenas te hayas dado ni cuenta. Sí, ocurre más pronto que tarde. Los 50 se convierten en una frontera muy difícil de superar, sobre todo, para algunos hombres. Los hay que sueñan con comprarse un deportivo rojo, otros prefieren machacarse en el gimnasio como si tuvieran 20 años cuando nunca lo han hecho o intentan ponerse un injerto de pelo en su desesperada lucha contra el tiempo y la calvicie. Pero ¿a qué se debe este comportamiento? Miedo a envejecer, se llama. Te damos algunas claves de por qué sucede y si puede llegar a convertirse en un trastorno.
«Es el vértigo de darte cuenta de que la vida se acaba, de que ya has pasado la mitad y vas cuesta abajo. Alguno lo que hace es empezar a correr al revés, quiere recuperar el tiempo y dar marcha atrás. Y eso no puede ser, claro», explica el psicólogo clínico, Manuel Lage, que definiría esta situación como lo que se conoce comúnmente como la crisis de los 50: «Cuando eres muy joven no piensas en que vas a envejecer o que el tiempo se acaba y que muchas facultades de las que tenías van a ir mermando. En un momento de la vida, y casi de manera casual, por un cumpleaños, por ejemplo, empiezas a reflexionar sobre ello. Sobre la temporalidad, la finitud. Y si te lo tomas muy en serio puedes entrar en crisis, claro», aclara este experto que reconoce que, aunque esto le sucede más a los hombres, también hay mujeres que les cuesta afrontar este hecho: «También pasa en algunas mujeres, pero en los hombres se da más. Se debe a que somos más tontos, nada más y nada menos. Dicho de una manera muy simple. Las mujeres tenéis más capacidad para reflexionar y para hacer una lectura mejor de lo que es la evolución normal de la vida. Los hombres, aunque tenemos la idea de que somos unos valientes y unos héroes, somos un poquito cobardillas, cuando vemos que a la canción le quedan los últimos minutos, lo llevamos peor. En cambio, en inteligencia emocional, las mujeres nos superan con creces», dice.
Se cura rápido
Para Lage, normalmente se trata de un problema temporal, que se cura rápido: «Hay gente que, de repente, se compra una chupa de cuero o una moto, cuando nunca la tuvo. Pero al cabo del tiempo se van dando cuenta de que ese no es el camino. No se puede ir marcha atrás, hay que ir hacia adelante», asegura este experto que cree que la solución al problema está en un cambio de actitud: «Te conviene pensar que estás empezando una nueva etapa de la vida, que en lugar de ser una desgracia, que no lo es, es una oportunidad para desarrollar nuevas actitudes y capacidades, para disfrutar de la vida de una manera diferente a cómo lo hiciste cuando tenías 18, pero no es ni mejor ni peor. Es diferente», indica.
Aránzazu García, psicóloga y sexóloga de la clínica Vida de Vigo, no ve un problema hormonal, sino más bien un dilema existencial de algunos hombres: «Los cambios hormonales en el hombre no son tan drásticos como en la mujer. El principal es el descenso de la testosterona y eso lo que les provoca es un efecto contrario. Los vuelve más sensibles, les resulta más fácil llorar, se enternecen con más facilidad», indica para justificar que esta crisis no es hormonal.
Tampoco cree García que esté tan generalizada, aunque sí reconoce que se dan casos: «También les pasa a las mujeres cuando llegan a los 40. Ese aviso de que voy a empezar a envejecer. En el caso de los hombres llega más a los 50. Puede haber algunos casos que empiecen a pensar que dentro de poco ya no van a gustarles a las chicas como antes y que tienen que aprovechar el tiempo y hacer todo lo posible para evitar que eso pase. Piensan: ‘Soy joven estoy sano, soy fuerte, ágil, voy a la moda...’ y a los 50 te vas dando cuenta de que te queda poco tiempo», aclara García que, en cambio, también opina que hay gente a esa edad «que está volcada con los críos y ni se preocupa por eso. O que está en un momento de la vida en que se ve feliz y encantado de la vida y le importa un bledo quedarse sin pelo».
Otra cosa es que coincidiendo con esta edad, experimentes un cambio sentimental o familiar lo suficientemente importante como para desencadenar en una ansiedad adaptativa: «Suele ocurrir con personas que tienen una baja asertividad y que necesitan la aprobación de los demás. Tienen más dependencia y pueden llegar a caer en la depresión, en la desesperanza y en el aislamiento, como daños colaterales y si no se trata a tiempo. E incluso puede estar relacionado con trastornos de adicción. Pero una rápida ayuda psicológica puede evitar todo esto y ayudar a que la persona se adapte a esos cambios », explica la psicóloga Eva Sández.