«Para correr hace falta tener mucho flow»

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ANGEL MANSO

COMO SI FLOTARAS Así es la manera ideal de correr, según Andrés Díaz, con el que preparamos la Carrera contra el cáncer. «Hazte una prueba de esfuerzo y huye de los gurús de Internet», avisa

12 jun 2018 . Actualizado a las 10:51 h.

Es un domingo de primavera en A Coruña. Mientras los corredores se reajustan los cordones de las zapatillas, Andrés Díaz -cuyo récord europeo de 3:33.32 en el 1.500 de pista cubierta se mantiene imbatido desde el año 1999- explica en qué va a consistir la master class. «Vamos a empezar calentando», anuncia, y la que esto escribe calcula unos minutos de trote ligero con unas cuantas sentadillas. Va a ser que no. «Venga, hacemos 12 kilómetros de ida, otros 12 de vuelta y volvemos a 3’45», exclama. Una, que es una runner imberbe, se quiere morir. Quién me mandaría a mí apuntarme y tal y cual.

Empezamos a correr por el paseo marítimo. Los atletas profesionales se mezclan con los aficionados y llega la feliz aclaración: «Ah, que era una broma». «No sé, como estáis tan metidos en esto, igual os parecía hasta normal». Aún así, hay que esperar a dos velocistas que ya están a la altura de la Torre de Hércules cuando toca volver al Club del Mar. Pasado el susto del calentamiento (al final, son diez minutos de trote a 6’30” sacados a ojo por Díaz, que no precisa de tecnología para clavar el dato), arranca la clase.

TOCA LA BATERÍA CON EL PIE

El tono humilde contrasta con la rotundidad de sus consejos: «No empieces por comprarte unas zapatillas de 200 euros sin haberte hecho antes una prueba de esfuerzo. Hay que tener movilidad en los tobillos y estabilidad en las rodillas. No sé por qué la gente se empeña en ir a distancias más largas cuando puede centrarse en hacer los 5 kilómetros más rápidos. El error más común es mirar en la red cómo entrena Gebrselassie para hacer la maratón en 2:30 y creer que eso es extrapolable a tu organismo, porque eso te conducirá seguro a una lesión».

Llevamos casi una hora de sesión, pero el verdadero trabajo comienza ahora. Trabajo de fuerza, «indispensable para conseguir economía de carrera, desplazarte más y reducir el riesgo de lesión». Mientras el profesor explica los ejercicios, sigue recomendando: «Vete al podólogo, que te hará un estudio biodinámico de la pisada. Hay que tomarse el running como un reto saludable, no como un pique con el vecino. Para correr bien hace falta tener mucho flow. Los kenianos flotan. Esa es la sensación. Se trata de sentirte flotando». Y para llegar a eso vamos a necesitar fuerza, movilidad y técnica de carrera, con ejercicios transferibles al gesto de correr. «Puede que hagas el skypping muy bien, pero si luego corres fatal…». Nos colocamos, pues. Busco poner los brazos a 90º; el cuerpo, un poco inclinado hacia delante; la cadera, centrada y alta; el lumbar, estable; los hombros, sin tensión; el pie, armado; la rodilla, con los vectores... Pero ¿cómo voy a correr así? ¡Si parezco un robot! Díaz nos intenta tranquilizar: «Se trata de ir asimilándolo poco a poco hasta que te acabe saliendo de manera fluida».

¿Alguien tiene alguna duda? Sí, muchas. «¿Cómo va esto de armar el pie?» «Como si tocaras la batería con él. Hazlo tú, Uxía», solicita Andrés Díaz. Y Uxía García Díez, toda una profesional del atletismo, presente en la master class, lo clava: Clac, clac… Ahora el entrenador le pide a las dos personas más jovencitas del grupo que lo repitan. Tienen 14 y 15 años. Ellas sí que tienen flow. Vuelan y hacen clac y clic y plac. «A los niños, correr les sale de manera natural, como a los kenianos».

Continuamos con los consejos útiles: «De vez en cuando, entrenad descalzos para no inhibir la musculatura. Todo lo que no suma, son movimientos parásitos». Sigue el entrenamiento y toca salto de valla. El sabio también tiene sentido del humor: «Vaya, veo que no bailasteis mucho La bicicleta el año pasado / Ya sé que soy muy pesado con los vectores. Y eso que cargaba siempre matemáticas. / No hace falta subir tanto la pierna para estirar. Para una peli de kárate, a lo mejor está bien, pero para estirar los isquios no hace falta». El entrenamiento ideal se va estructurando por apartados: Movilidad articular, calentamiento, estiramientos y carrera continua. O bien, calentamiento, trote, estiramientos, técnica de carrera y rectas en progresión.

La superclase va llegando a su fin. Por el patrocinador del evento, Ópticas Adrián Salgado, no hay problema en seguir, pero ya llevamos dos horas y media y los callos del aperitivo piden paso. Antes de irnos, Andrés, apabúllanos con tu palmarés. «Cuando competía, entrenaba 8 horas al día. Hacía 5 series de 1000 a 2’30”, recuperando 3’ en medio. Sin sacrificio no hay disciplina. Y sin disciplina, no hay resultados». Ahora sí, terminamos. Es el final de la carrera, el momento en que, según como llega cada corredor, se ve quién trabaja y quién no. Hoy todos llegamos a la meta sin sufrimiento, pero con el diccionario del atletismo en la cabeza y el cuerpo bien contento.