Ni de carne ni de atún, de chicharrones con queso

Pablo Portabales PERIODISTA

YES

ANGEL MANSO

Pero eso no es todo, y es que en un establecimiento de Santiago tampoco se quedan escasos de creatividad: en «un vasito con cuchara» te sirven empanada líquida

12 ago 2017 . Actualizado a las 10:06 h.

En Galicia hay gente que veranea en panaderías. Acabo de reconocer a un señor a la cola de Trento, en Panxón, Nigrán. Lo conozco de otros años. Se pasa parte de sus vacaciones esperando turno para coger una empanada. En mayor o menor medida lo mismo ocurre en esta época del año en otros negocios similares de la zona, en Chusco, Valverde, Xulio o Camos. Pero no hay que verlo como algo negativo. Es una actividad divertida lo de esperar a que llegue tu turno.

El otro día, por ejemplo, en el cuidado mercado de Pontevedra una señora de Alicante me contó su vida. Lo hizo mientras la placera cortaba un trocito de un queso y después de otro para que escogiese el que más me gustaba. Me di un buen paseo por la capital del Lérez. Es una maravilla. Una ciudad limpia, atractiva, elegante, apetecible… Pero de Pontevedra les hablaré otro día, que hoy estoy a la cola de la panadería. Decía que esperar a que salga tu numerito tiene su gracia si no tienes mucha prisa. Además sirve para descubrir cosas como la empanada de chicharrones y queso. Sucedió en Lorbé, Oleiros, A Coruña. Un establecimiento fundado en 1947 y que este año, por lo tanto, celebra su setenta aniversario.

Las dos personas que tenía delante la pidieron y, cuando ya había decidido abandonar mi idea de pedir una de atún o de carne, la dependienta abofeteó mi estómago. «Se acabó, en un par de horas salen más. Es de las primeras que se terminan». Qué disgusto. «Es el tercer año que la hacemos y tiene muchísima salida. Se me ocurrió a mí, un día tomando una tosta de chicharrones con queso. Se lo comenté a mi madre, Mariluz, y nos pusimos a probar con distintas mezclas hasta dar con la receta ideal, que no te voy a decir», explica sonriente María García, hija del dueño, Carlos García, que aparece en la foto con uno de esos ejemplares tan demandados. ¿Cuántas empanadas se despacharán en verano en Galicia? Miles, quizás millones. Unas mejores que otras, pero casi ninguna como la que prepara Lucía Freitas en su Tafona de Santiago.

Empanada líquida

Te la sirve en un vasito con una cuchara. Revuelves y, al probar, resulta que sabe a empanada. Es una de las originales apuestas de esta cocinera echada para adelante que lo mismo se lanza a la aventura de un local en Nueva York que reforma por completo su negocio compostelano. Y ya está inmersa en otro proyecto en Santiago que espera que pronto sea una realidad. En esta etapa prescinde de lo de casa de xantar y le da más importancia a su nombre, Lucía Freitas. Hay dos menús degustación, uno más corto y otro más largo, y también te permite optar por cualquier plato de la carta. El local es precioso y los autores de la reforma supieron combinar la piedra y la madera con nuevos materiales, además de instalar cantidad de enchufes para cargar dispositivos móviles. A unos cuantos kilómetros, y en otro estilo, también me llamó la atención el nuevo hotel Val Convention, de Nigrán. Un moderno establecimiento de 3 estrellas que se nutre de veraneantes y de trabajadores del pujante y cercano polígono industrial. De tapa, me pusieron un trozo, sí, de empanada.