Este chico va a dar mucho que hablar

Pablo Portabales PERIODISTA

YES

28 ene 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

Acaba de cumplir 20 años. Aunque sigue siendo un chico, se le ha puesto cara de artista. Me cuentan que el próximo viernes será el lanzamiento de su single (qué antiguo suena eso) de presentación, una canción titulada Tiemblo. Tuve la ocasión de escucharla en el showcase (por la noche se aprende de todo, hasta inglés) organizado con tal motivo en el Garufa club de A Coruña. Es decir, un pequeño recital al que solo se podía entrar por expresa invitación al que acudieron amigos del cantante, familiares y allegados. Se llama Carlos Ares y es un chaval con unas condiciones para la música difíciles de igualar. Compone, toca varios instrumentos, canta en castellano e inglés (ahora solo en español por consejo de su casa de discos), y hasta es guapo. Hace poco más de dos años lo dejó todo para volcarse en esta complicada carrera y va de la mano de la discográfica Sony. ¿Lo veremos triunfar? Todos los que están a su lado no lo dudan. Están convencidos de que este gallego va a ser una estrella que va a da mucho que hablar.

CENA HETEROGÉNEA

Esta profesión, que tan poco le gusta a Trump, te permite vivir momentos únicos. Estar presente en situaciones singulares e irrepetibles. Por ejemplo, al acabar el recital de Carlos Ares acudí a una cena en La Dehesa, una cervecería-restaurante del centro de A Coruña donde siempre hay buen ambiente y buenos productos. En la cabecera se sentó el artista y en el resto de sillas los de Sony, los padres del chico, que fueron los que me invitaron, los músicos y sus parejas, un colega periodista con su mujer, su hijo y su nuera y algún comensal más que no me dio tiempo a identificar. ¿Van a cantar?, me preguntaron los de otra mesa cuando les expliqué quienes eran los del heterogéneo grupo. Los padres del chaval tiraron la casa por la ventana. «Es que para nosotros es un día muy especial y lo vemos a él feliz, haciendo lo que le gusta», me comenta el padre mientras el camarero servía esos platos tapados con servilletas humeantes que nada más verlos ya sabes que esconden percebes. Salí de allí a la una y pico de la mañana y la cena todavía iba por la mitad. Por cierto, me llamó la atención que la madre de Carlos, cuando iba a sentarse a la mesa, le dijo: «Vete a lavar las manos». Será una futura estrella de la música, dará mucho que hablar, pero una madre siempre es una madre aunque estés rodeado de gente importante de Sony Music.

AQUEL CUMPLEAÑOS

Al principio parecía un poco seria, incluso distante. «Una entrevista más en una radio de provincias», me dio la sensación de que podría estar pensando. Minutos antes de que llegase al estudio había encontrado en la Wikipedia un dato curioso, coincidía que era el día de su cumpleaños. Encargué una tarta a la que colocaron dos velas con forma de tres. Al verla, Bimba Bosé cambió de actitud. Apagó el fuego de los 33 años y no dejó de sonreír y de dar las gracias por la sorpresa. Apareció la Bimba cariñosa y cercana. Creo que incluso se emocionó. Como nosotros esta semana al despedirla.

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