La torre de Pisa se hace batido

Patricia García / Carmen García de Burgos

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Luis Gude / Iñaky Grilo

¡STOP, MEGAGOLOSOS! Su nombre foodie es «freakshake», aunque para la mayoría son batidos gigantes llenos de calorías. Arriba, capas de sirope, nata donuts, gofres, galletas, magdalenas y hasta tarta de la abuela. ¿Impone o no este sabor?

06 ago 2016 . Actualizado a las 09:19 h.

Son la torre de Pisa de los batidos. Sus cimientos son líquidos y su techo una capa de nata, sirope, nubes de azúcar, magdalenas y donuts. Son los batidos gigantes o freakshakes, el nombre con el que se conoce a esta mezcla de dulces y calorías en un mismo vaso de cristal. Todo empezó en un bar de Canberra, en Australia, y ya son un furor en el hemisferio norte. Ahora llegan a Galicia y sus fans se cuentan por parroquias. Y tú, ¿cuántos de estos eres capaz de tomarte?

DE PELI AMERICANA

Los batidos son muy de peli y muy americanos. Por eso forman parte de Peggy Sue’s, un diner de cocina estadounidense situado en la última planta del centro comercial Marineda City. A la hora de la merienda, las batidoras echan humo. «Los piden mucho como postre y por la tarde. También hay alguno que se atreve a tomarlo con la comida, y se pide un batido en lugar de un refresco», cuenta Elena Lorenzo, la encargada del local y de endulzar el día a sus clientes. Fresa, vainilla, chocolate, chocolate blanco, cookies o cheesecake con arándanos son algunos de los sabores base que tienen en la carta.

Y a partir de ahí cada uno puede añadirle los toppings que quiera. Desde donuts o nata, hasta nubes, brownie, Kit Kat y galletas Oreo. «Nosotros las galletas o los Kit Kat, por ejemplo, los mezclamos con el batido en la batidora. Como la base es de helado, gustan mucho en verano porque son muy fresquitos», apunta Elena. Se sirven en una jarrita muy cuqui con pajitas de colores para compartir o tomar solo. «El que más sale es el de cookies, aunque a la gente, en general, le gusta probar y añadirle diferentes toppings para descubrir otros sabores». Enrique García es el culpable de que muchos jóvenes atraviesen media Galicia en coche para probar sus freakshakes.

FUSSION CAFÉ EN FENE  

CÉSAR TOIMIL

«Hace unos días vinieron unas chicas a propósito desde A Coruña y hace poco un grupo de amigos nos llamaron desde el coche porque estaban en la autopista y querían saber cuál era la salida exacta para llegar hasta el local. Vinieron desde Santiago porque habían visto las fotos de los batidos en Facebook», cuenta la madre de Enrique García, Nati, propietaria de Fussion Café, en la avenida Marqués de Figueroa de Fene. «Empezamos a ofrecerlos hace unos tres o cuatro meses. Siempre tuvimos batidos, pero un día hice uno decorado con una magdalena y nata, colgué la foto en las redes sociales y a partir de ahí la gente nos empezó a pedir que hiciésemos más», recuerda Enrique, que se inspira en las tendencias americanas y en lo que lee en Internet para crear sus torres calóricas: «No sabría decir cuántos tenemos porque se pueden hacer de muchas formas, al gusto de cada uno. Normalmente para acompañar tenemos gofres, napolitanas, helados, donuts, nata, galletas de chocolate, bollería, Filipinos, sirope, Nutella? Y, a partir de ahí, ¡lo que aguante cada uno!».

Por si esto no es suficiente para el megagoloso, en este local de Fene también hacen batidos coronados por tatas. ¿Cuál es el rey? «Gusta mucho la tarta de la abuela y cuando la tenemos es una de la que más piden», apunta Enrique. ¿Y quién se atreve con estos batidos? «Pues la verdad es que los pide gente de todas las edades, desde chicos de 15 años hasta clientes de 60. A veces estoy a las tres de la mañana los fines de semana preparando batidos!», apunta. Os revelamos que Enrique ya tiene en mente un nuevo freakshake que va a dejar con la boca abierta a más de uno: un batido coronado por una hamburguesa.

MARGOT LA CHICA DE AYER EN VIGO  

Oscar Vazquez

«Aquí hay que dejar volar la imaginación porque las combinaciones posibles de batidos no tienen límites», dice. Margarita Seoane, Margot, es la responsable de Margot, La Chica de Ayer, un local familiar de la calle Oporto, en Vigo, especializado en postres y en arepas venezolanas. «A mi madre le gusta con dulce de leche y un chorrito de Baileys. Por encima le troceo Chips Ahoy y le añado la canela en polvo. ¡Está de muerte!», asegura Margot, que recomienda experimentar y jugar con los sabores: «El de Oreo está muy rico. Después se pueden hacer todas las combinaciones que el cliente quiera, se trata de mezclar productos y conseguir recetas ricas. ¿Batidos de frutas con batidos de helados? Sí, se puede hacer. Por ejemplo, el batido de chocolate con plátano está tremendo. Para hacerlo se utiliza leche condensada, sirope, canela en rama y chispita de chocolate, un éxito». Para hacer la boca agua. Se toman por la mañana, por la tarde o por la noche. Hasta en la hora de las copas. «Me pierde el dulce, así que cuando abrimos la idea era ser una opción para tomar algo diferente con los amigos un domingo por la tarde, y los batidos encajan.

 SOPA DE GALLO, PONTEVEDRA  

CAPOTILLO

Imagínense un batido de Nutella con un borde de chocolate y galletas belgas. Ahora pónganle un donut encima, una capa de nata, un donete de chocolate, otra capa de nata y, coronando la montaña, sirope de chocolate con cereales. Quedan presentados: lector, este es el batido Súper; batido Súper, aquí el lector. La sucesión de dulces que acaban de leer uno encima del otro es la estrella de las tardes de domingo en Pontevedra. Fue así, de hecho, como le surgió la idea a Philip Luz, propietario de la coctelería Sopa de Gallo. «Era nuestro día más flojo, y me di cuenta de que aquí es cuando la gente sale a pasear para dar un vuelta, pero sin saber muy bien adónde ir. Yo hace tiempo que quería empezar con los clásicos milkshakes americanos, así que descubrí el plan perfecto para las tardes de domingo», explica.

De aquello hace apenas unos meses y desde entonces parte del día de descanso semanal es invertido por pontevedreses, arousanos, ourensanos, santiagueses e incluso coruñeses en hacer cola para degustar alguna de las bombas de sabor (y calorías) ideadas por Luz. Le lleva entre dos y tres minutos preparar cada uno. Háganse una idea. «Es muchísimo para un solo combinado teniendo en cuenta que los cócteles se hacen en segundos. Pero es como hacer una torre», confirma. El rey de los batidos de las Rías Baixas también tiene su séquito: se llaman Fruity -hechos de fresa, maracuyá, frambuesa o frutas del bosque- y Sweetie -inocente término que encierra, en realidad, la receta de los batidos de kinder u oreo-. Pero, además de los tres nombres propios que hay en la carta, Philip dedica cada domingo a una sorpresa original. Y, por supuesto, tan de obligado consumo como el Súper para culminar con éxito la operación bikini. ¿A que sí? Como muestra, el de cheesecake o el de gofre. Pinta bien cualquiera de los dos.

CON DONUTS Y GALLETAS

Ante la pregunta de si alguien ha sido capaz de acabarse uno de esos batidos, el coctelero responde sin dudar: «Sí, casi todo el mundo, aunque hay gente que después de comerse el donut, la nata, el donete y la galleta belga, cuando llega al batido se planta. Otros, después de terminárselo, aún piden un Aquarius para compensar tanto azúcar con algunos minerales». Aviso al personal: si tiene menos de 15 años es muy probable que deba pedir ayuda a los adultos. «No, un niño no puede con un Súper entero», confiesa Luz. Así que no prueben a hacerlo en casa y sin supervisión.