El comercio Juan María by Lolola, en el centro comercial As Nasas, cuenta con una plantilla formada solo por jóvenes con discapacidad intelectual. Una fábrica de gominolas de Nigrán ya le ha fichado a trabajadores
04 sep 2023 . Actualizado a las 20:24 h.Dos de los empleados de la tienda de moda integradora Juan María By Lolola ya están preparados para continuar su carrera laboral de forma ajena al comercio de ropa que les dio la primera oportunidad. Este comercio de ropa, que abrió sus puertas en el 2021, cuenta con una plantilla formada al cien por cien por jóvenes con discapacidad intelectual. En la actualidad, el comnegocio se ubica en el complejo comercial de As Nasas, en Nigrán, y son tres los chicos que se ocupan de realizar todas las funciones que requiere este trabajo. «Lo hacen todo de forma autónoma, yo puedo estar toda la semana sin ir», comenta Vanesa Iglesias, la psicóloga y monitora de los chicos y chicas.
Este proyecto arrancó allá por el 2019 y está impulsado por el centro de educación especial Juan María de Nigrán, gracias a la subvención del programa de formación dual para personas con discapacidad intelectual en centros especiales de empleo (CEE) de la Consellería de Emprego e Igualdade y el Ministerio de Trabajo.
Antes de mudarse para Nigrán, en marzo de este mismo año, el local se situaba en el centro comercial Vialia, en Vigo, y su plantilla estaba integrada por diez trabajadores, todos ellos con discapacidad intelectual. La mudanza al parque empresarial de Porto do Molle no se debe a ningún fracaso con respecto a las ventas, sino a un cambio de ciclo y a su localización. «No nos podíamos permitir seguir pagando el alquiler del establecimiento en Vialia hasta que se renueven las ayudas», explica Vanesa. Las subvenciones se renuevan cada tres años y se espera que el próximo noviembre vuelvan a entrar diez nuevos jóvenes a trabajar en Juan María by Lolola.
El cambio de local facilitó la cercanía de la tienda con el centro de educación, ambos ubicados en Nigrán a menos de dos kilómetros de distancia. Sin embargo, el transporte público ofrece menos alternativas a los trabajadores en la nueva ubicación. «Los chicos están más cerca de sus casas, pero sí es cierto que el transporte público era mejor en Vigo», aclara la psicóloga. Las dificultades para desplazarse se agravan a las diez de la noche, cuando cierra sus puertas el comercio. Pero Vanesa asegura que, si no hay autobuses disponibles, las propias familias de los chicos son las que se hacen cargo de ir a recogerlos.
Los ingresos por la venta de ropa no se han visto influenciados estos meses por la mudanza a Nigrán. Quizás también por el empuje de As Nasas en pleno estreno. «Seguimos trabajando igual, apenas se notaron diferencias debido al cambio de ubicación». Explica la experta en psicología, que también reconoce la difícil competencia a la que han tenido que hacer frente con las multinacionales ubicadas dentro del centro comercial: «Es complicado competir con grandes cadenas del sector textil como las que hay en el Vialia». Esto indigna a Vanesa, ya que considera que la calidad de la ropa que venden estos chicos es igual de buena, o incluso superior, que la de esas famosas tiendas.
La ropa de Juan María by Lolola está diseñada por Lola Ronda y todos los procesos están realizados por la propia marca, desde su diseño hasta su venta, pasando por la fabricación en una nave ubicada en el municipio de Salvaterra de Miño. Eso le confiere un valor añadido al producto que venden estos jóvenes.
Reconocimiento
El cambio de local tampoco afectó en nada a los trabajadores, que actualmente distribuyen en turnos su horario laboral. «Se adaptaron muy bien», comenta Vanesa. Los tres trabajadores tendrán que dejar su puesto en noviembre, cuando se realice el cambio de ciclo, para dejar paso a diez compañeros. Pero no quedarán sin trabajo. Dos de ellos, ya tienen asegurada su plaza en la fábrica de Mininolas, ubicada también en Nigrán. Se trata de una empresa que se dedica a la fabricación de gomoninolas con complementos vitamínicos y que se ha marcado como objetivo producir trece toneladas al mes.
Los responsables del proyecto Juan María by Lolola esperan que se sigan dando pasos para la integración y que la tienda de ropa sea solo el comienzo de un camino exitoso. Ilusión no les falta. Ni tampoco reconocimiento social. Incluso el rey Felipe VI recibió a los integrantes de la primera promoción de Juan María by Lolola en el Palacio de la Zarzuela en abril de este año. Los trabajadores e impulsores de la tienda recogieron el premio nacional Alares, que reconoce el mérito del programa desarrollado durante los últimos tres años.