La obra para recuperar dunas y ganar playa abarca 450 metros de largo y llevará el muro 25 metros atrás
01 oct 2024 . Actualizado a las 02:06 h.El paseo de Samil se va a paseo. Por ahora, 250 metros de un total de 450 de esas inconfundibles losetas con diseño de cuadrícula en blanco y gris, el tramo que va desde donde estaba el antiguo bar Camaleón hasta donde se ubicaba el restaurante A Dornas. De bar a bar, la playa más icónica de Vigo perderá para ganar. O eso se supone. Sobre el papel, el plan de demolición se ejecuta para recuperar las dunas sepultadas durante décadas bajo el cemento. El efecto colateral es que la playa ganará arena para más toallas, sombrillas, cortavientos, bañistas, jugadores de palas, paseantes, etcétera. «Tendremos más playa y más paseo», resumió sobre proyecto el alcalde de Vigo, Abel Caballero cuando se presentó.
Pero sobre que haya más dunas no dijo nada. El educador medioambiental y representante en Vigo del colectivo ecologista Amigos da Terra, Antón Lois, señala que el proyecto original se redactó sin prever los efectos del cambio climático en las Rías Baixas, «planteaba algo muy sencillo: todas las infraestructuras se debían retranquear al menos 50 metros tierra adentro, sin excepciones, ni restaurantes ni polideportivo municipal». Ese plan estuvo décadas en un cajón y más allá de qué grupo político tuvo la culpa, «el hecho es que no se podía ejecutar sin esa condición, que sigue sin darse al 100 %», explica. Lois recuerda que al terminar la concesión de As Dornas (se tiró en el 2014) no se renovó, pero sí la del Camaleón, que se cerró en el 2019 y se demolió en el 2021 «pero hipotecó el proyecto una década más, además de que no se siguió la misma tendencia con el Jonathan, que se transformó en otro complejo hostelero». Para el experto, no se puede llamar regeneración del ecosistema dunar de la playa de Samil a dotarlo de aceras, nueva rotonda y farolas: «Es ponerle más asfalto. El retranqueo es de 25 metros rebaja a la mitad los del proyecto original, y sin especificar cómo se hará la recuperación sistema dunar. Sería más correcto decir que se trata de la humanización de la parte urbana y del ajardinamiento de la que quedará de espacio natural. Si no, compárese con lo que se ha hecho en O Vao para recuperar sus dunas», reta.
En su reconstrucción, ya retranqueado, el nuevo paseo tendrá 12 metros de ancho sobre un muro de dos metros de altura y finalizará en una pequeña plaza que se comunicará directamente con la avenida de Samil. Donde estuvo el Camaleón se situará un chiringuito, un aseo y un parque infantil, además de mobiliario urbano, saneamiento y otros servicios.
Una senda peatonal entre la zona arbolada con pasarelas de madera dará continuidad al paseo desde la pista de patinaje hasta la parte donde acaba Samil y empieza el arenal de La Fuente.
Lois subraya que los registros científicos cuantifican que el nivel del mar en la Ría de Vigo sube 2,7 centímetros por década, y que por cada centímetro que aumenta el mar, retrocede un metro la línea de costa, así que será el cambio climático el que le dirá al Concello dónde tenga que poner los límites», reflexiona.
La llamada Fase 1A conserva el trazado del proyecto de 2010 redactado para la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar. El paseo actual en el tramo citado ha quedado enterrado bajo la arena por la evolución natural de la duna y la demolición del muro debería permitir su regreso. En este zona, para dar continuidad al paseo, se prevé instalar una pasarela de cuatro metros de ancho hasta llegar al pinar, que también se pretende recuperar sobre la duna de Samil a medio largo plazo. Para esto será necesario, además de plantar nuevos ejemplares y la eliminación de las especies alóctonas.
El Gobierno de España sacó a licitación las obras en marzo de este año, calculando un plazo de ejecución de diez meses. Se calculaba, si el proceso administrativo transcurría en tiempo y forma, sería una realidad el verano del 2025, aunque ya se metería en el mes de julio. La Administración central seleccionó entre 14 propuestas a la constructora Narom S.L., de As Neves, con sede en O Porriño. El precio de partida de la licitación del concurso público fue de 2,1 millones de euros y la elegida lo rebajó a 1,8.