Un edificio con peligro de derrumbe en Churruca lleva tres semanas acordonado

Begoña Rodríguez Sotelino
b. r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

La Policía Local precintó el inmueble en el que había okupas y la actuación está a la espera de una valoración técnica

24 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde inicios del mes de septiembre, el corazón de Churruca está acordonado. Alrededor de la plaza pintada de tonos azules dentro del programa municipal Churruca Barrio das Artes hay una instalación de vallas que impide el paso a coches y viandantes y un precinto de la Policía Local que, por seguridad, advierte del peligro.

La primera intervención se produjo después de que parte de uno de los balcones del inmueble de tres plantas cayera sobre el pavimento. El saliente fue afianzado con pilotes de obra pero una semana después cayeron a la vía públicas más trozos de otro de los balcones.

Oscar Vázquez

El tiempo y la falta de mantenimiento han contribuido a agravar su estado lamentable. A tal punto, que de los balcones cuelgan las mismas largas telas mugrientas desde hace más de dos años

Por fortuna, el desprendimiento se produjo de día y en jornada laborable, cuando la zona está más tranquila, ya que por la noche se convierte en un hervidero de gente que sale a disfrutar de su ocio en una de las áreas urbanas de ocio más populares de la ciudad.

Fuentes de la Policía Local viguesa confirman que la actuación se ha realizado para proteger a los ciudadanos ante un posible debe al riesgo de derrumbe del edificio, pero desde entonces sigue como estaba, apuntalado y vallado el perímetro que han reducido ninguna intervención más allá del apuntalado inicial, y a pesar de que los fines de semana se concentran alrededor de ese espacio cientos de personas de copas en la calles.

Hosteleros de la zona señalan que lo único que les han dicho al respecto desde el Concello es que están a la espera de un informe técnico de un arquitecto para tomar una decisión sobre el futuro de este edificio que se ha convertido en un lienzo para artistas del grafiti como Pelucas, que hizo allí una obra.

Hace más de 15 años que el inmueble ubicado en la calle Irmandiños, esquina con Martín Códax e Iglesias Esponda, está vacío. En los años 90 albergó una bocatería muy frecuentada por la clientela nocturna de este barrio que sigue manteniendo esa esencia y que en los últimos tiempos ha experimentado una transformación estética. Lo hizo de la mano de un grupo de hosteleros que propusieron al Concello un proyecto para dinamizar estas calles como enésimo intento de sacarse de encima el sambenito de Churruca como zona únicamente destinada a borracheras y ruido hasta altas horas de la madrugada.

Más edificios abandonados

No es el único. Buena parte de la manzana está salpicada de edificios abandonados y ruinosos. Lo están los dos contiguos a las sala Radar, y el número 22 que albergó hace 20 años la cantina Viva Zapata. El edificio que está enfrente también está abandonado.

Hace ahora tres años, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, anunció el plan Churruca sobre el que dijo que «será una confluencia de diferentes culturas», consistente en decorar 39 farolas, siete en la Praza Portugal, siete en la calle Churruca, una veintena en Cervantes y cinco en Uruguay, además de sendas intervenciones artísticas en cuatro jardineras en la calle Martín Códax, siete papeleras entre las calles Churruca e Irmandiños y en unas estructuras cilíndricas en la Plaza de Portugal y sobre el pavimento del cruce entre las calles Irmandiños y Martín Códax. Ese eje neurálgico es el que está ahora visiblemente afectado por la inercia en un vecindario por el que transitas cientos de personas.