La jueza impide al Concello de Vigo expropiar dos edificios frente a la concatedral

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

David Alján

La Justicia ya tumbó un plan para reformar el entorno de la iglesia pero, aún así, el gobierno local pretendía hacerse con la propiedad de los inmuebles de enfrente

20 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Vigo seguía adelante con la expropiación forzosa de los inmuebles que se encuentran frente a la colegiata a pesar de las sentencias firmes que anulaban su iniciativa para renovar ese espacio. Pero el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Vigo acaba de pararle los pies en una reciente sentencia que estima la demanda de la empresa propietaria de dos de los edificios, concretamente los números 7 y 8.

En papel mojado quedó aquel concurso de ideas que el gobierno municipal convocó en el 2022 y con el que premió con 15.000 euros al despacho de arquitectos que presentó la propuesta que un jurado consideró más original. Aun así, la administración local seguía empeñada en hacerse con la propiedad de estos inmuebles. A pesar de que ya había sentencias que tumbaban los acuerdos para incluir los edificios dentro del área prioritaria de actuación, el gerente municipal de Urbanismo convocó a los propietarios al acto de levantamiento del acta de ocupación y pago. El juzgado tuvo que dictar un auto de suspensión cautelar de dicho acto, que el Concello convocó incumpliendo resoluciones judiciales.

La última sentencia del contencioso salvaguarda los bienes inmuebles de la empresa propietaria, Pontealquiler, frente al interés municipal de hacerse con ellos, a pesar de que su plan de renovación del entorno se vio frustrado en los tribunales mediante sentencias que se hicieron firmes en el TSXG. La magistrada que ha redactado la sentencia expresa que la incoación y tramitación del expediente expropiatorio por parte del departamento de Urbanismo, «queda ya invalidada al anularse la actuación administrativa de la que trae causa». Ha sido anulado judicial y firmemente el acuerdo del consello de la Gerencia Municipal de Urbanismo de 10 de marzo de 2020 que delimitó el área de actuación prioritaria conformado por los edificios números 6, 7, 8 y 9 de la Praza da Igrexa, así como el acuerdo de 22 de septiembre de 2020 que amplió dicha área de actuación prioritaria a los edificios números 10 y 11.

Si el Concello decidiera seguir adelante con su plan de reformar el frente de la Colegiata, ya no puede proceder a la expropiación de los inmuebles, por lo que tendría que negociar con los propietarios la compra.

Los dueños de los edificios siempre se han opuesto a la expropiación forzosa. La vicepresidencia de la Gerencia de Urbanismo incoó el procedimiento de expropiación en octubre de 2020. En marzo de 2021 intentó llegar a un acuerdo sobre el precio, pero esta oferta fue rechazada por los propietarios, que reclamaron el sobreseimiento del expediente expropiatorio. El 1 de marzo del 2022, la Gerencia de Urbanismo dio un plazo de 20 días a los dueños para que presentaran una propuesta, pero estos continuaron oponiéndose. A pesar de todo, el gerente de Urbanismo convocó hace un año a Pontealquiler para el acto de levantamiento del acta de ocupación y pago. La expropiación se hubiera producido si no fuera porque el juzgado la frenó por medio de un auto. Dicha expropiación venía precedida de varias sentencias que anulaban en su totalidad el acuerdo de 2020 por el que el Concello ponía el punto de mira de la piqueta los números 6, 7, 8, 9, 10 y 11 de la plaza.

De esta forma, la jueza ha estimado íntegramente la demanda de la mercantil Pontealquiler frente al Concello de Vigo, declarando contrario al ordenamiento jurídico la resolución del gerente de Urbanismo para llevar a cabo la expropiación de los inmuebles de los números 7 y 8.

Un frustrado concurso de ideas para acabar con un «pastiche» en el centro histórico

El intento de cambiar el espacio frente a la colegiata de Vigo fue un empeño personal del alcalde que no prosperó. Abel Caballero consideraba como «un pastiche» las viejas edificaciones situadas al otro lado de la plaza. Creía que no era digno para la ciudad que miles de cruceristas vieran esas edificaciones derruidas cuando acceden a la ciudad nada más desembarcar. Esa era la primera imagen que se llevaban del Casco Vello. Por ese motivo, se le ocurrió la idea de expropiar estas edificaciones y convocar un concurso de ideas para que los expertos señalaran cuál sería el proyecto más adecuado una vez derribadas las viejas construcciones. El plan sentenció los números 6, 7, 8 y 9 de la plaza de la Iglesia y después se amplió al 10 y al 11, donde hay una tienda de alimentación que lleva 67 años funcionando, la vivienda de los tenderos, y un comercio.

Mutante, se llamaba la idea ganadora, del arquitecto Javier Couto. El objetivo era crear un espacio gastronómico y un centro de recepción de visitantes. Se llevó los 15.000 euros del premio, pero nunca redactó el proyecto ni se le adjudicaron las obras.

Los afectados por las expropiaciones recurrieron a los tribunales y consiguieron anular la decisión municipal de incluir los edificios en un programa de edificación forzosa, que suponía que el Concello se los iba a expropiar para llevar un nuevo proyecto constructivo que revitalizara la zona. En uno de los inmuebles había una tienda de recuerdos, que tuvo que echar el cierre y mudarse a otra parte por miedo a una expropiación en la que el Concello ha seguido insistiendo a pesar de que los jueces no le dieron la razón.