Antón Conde, secretario general de la federación ferroviaria de Comisiones Obreras, advierte que tras el bono gratuito seguirá sin haber precios y horarios atractivos
13 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Trata de convencer a instituciones, empresarios y asociaciones de Pontevedra y el norte de Portugal de las posibilidades de movilidad, consolidación poblacional y servicio que tendría para la provincia la creación de un tren de cercanías. Antón Conde, secretario general del sector ferroviario de Comisiones Obreras de Pontevedra, entiende que no hay otra posibilidad sostenible de futuro para retirar coches y conectar mejor a la población de la mayor parte de la provincia. Lo ve como un primer paso para sembrar toda Galicia de un tren de proximidad. «No hacen falta obras, solo poner los trenes y voluntad», dice.
—¿Por qué Galicia no tiene tren de cercanías?
—No hubo voluntad política para crearlo. Nuestra propuesta de una red de cercanías compete al Gobierno central, pero la Xunta también tendría que estar implicada para conectar a las poblaciones que están en el área de influencia del tren y no lo tienen.
—¿Por qué Zaragoza, Valencia, Santander, Murcia o Málaga lo tienen?
—Hubo esa voluntad. En tratar de que la haya aquí estamos nosotros. Intentamos que nuestra propuesta tenga apoyo social y empresarial, no solo político, para exigir que el plan de cercanías se cree y sea útil, porque es barato, sostenible y seguro. Galicia ha vivido de espaldas al tren, pero el concepto de movilidad está cambiando, es la hora del tren.
—¿Sería más fácil tener un tren de cercanías si lo asume la Xunta?
—Entendemos que desde el territorio se conocen mucho mejor sus necesidades y se podría hacer más eficiente esa movilidad. Y la liberalización del sector ferroviario lo hace ahora más posible y menos costoso.
—¿El desmantelamiento de los tendidos ferroviarios para hacer vías verdes imposibilita crear una red de cercanías?
—La constriñe, porque cuanta más posibilidades de vías, más opciones de llegar a más localidades. La red convencional daba servicio a las poblaciones y estas crecían entorno al tren, pero si se retira esa infraestructura se quita posibilidades a sus poblaciones de utilizarlo. Y las mercancías que utilizaban esas vías ahora van en determinados tramos por la línea de velocidad alta y ocupan espacio y tiempo que podría destinarse a las cercanías. Es un error desprenderse tan alegremente de los trazados ferroviarios y en Galicia ya hay suficientes senderos para caminar.
—¿Los bonos gratuitos vigentes hasta enero harán que la gente vaya más en tren o tendrán únicamente un efecto pasajero?
—La realidad mandará y seguiremos sin contar con un servicio lo suficientemente atractivo por precio y horarios para que sea un medio de transporte de mayor uso. Hoy es insuficiente.
—¿Es factible extender la idea del tren de cercanías a toda Galicia?
—No tenemos cercanías porque no se ponen los trenes, la línea ya existe, esa es la realidad.
—¿Qué apoyos han logrado?
—Los alcaldes, incluso los de poblaciones más alejadas de las vías, ven muy positiva la idea y vamos a intentar lograr que se plasme ese respaldo de una manera más clara.
—¿En Renfe y el ADIF?
—Tienen conocimiento de la propuesta y de entrada, no han dicho que no.
—¿Y en Portugal?
—Lo ven con más entusiasmo que aquí incluso.
La Xunta reclama un impulso para la salida sur a Portugal
La Xunta reclamó ayer al Gobierno central que dé un impulso definitivo a la salida sur ferroviaria para que entre en funcionamiento el tren rápido de Vigo a Oporto lo antes posible. El vicepresidente segundo del Ejecutivo autonómico, Diego Calvo, anunció en Vigo que la Xunta y la Región Norte de Portugal reivindicarán esa exigencia en la cumbre ibérica que los gobiernos de los dos países celebraran en octubre en Viana.
