Las cenas románticas se ponen de moda en el balcón de O Val Miñor

Monica Torres
mónica torres GONDOMAR/ LA VOZ

VIGO

cedida

La casa de turismo A Lonquexa do Gañán ha puesto ya la mesa cinco veces este mes en el banco más bonito de Morgadáns

01 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los bancos y columpios estratégicamente instalados en lugares encantadores y con vistas exclusivas son tendencia en toda Galicia, pero lo que se ha puesto de moda ahora en el de Morgadáns son las cenas románticas. Una pareja de Madrid abrió la veda y la velada resultó tan atractiva que el propietario de A Lonquexa do Gañán, ya ha servido cinco cenas románticas durante agosto en el Balcón do Val Miñor. «El lugar es espectacular porque ves todo el valle a tus pies y la puesta de sol tras las Estelas con las Cíes de fondo y toda la ría de Vigo. Es aún más atractivo porque también hay caballos y cabritillas ya que está en plena Serra do Galiñeiro», explica José Antonio Rodríguez, al frente de la casa rural que está al lado de este enclave y que regenta con su mujer Delia García desde hace una década.

El banco, ubicado en el barrio de Prado, era una demanda histórica de los vecinos con la que el Concello y la Entidad Local de Morgadáns cumplieron hace dos años. Desde entonces, este privilegiado mirador de la comarca forma parte de la ruta de los enclaves irresistibles para hacerse un selfi con vistas. «Desde que se instaló aumentó muchísimo el turismo en la zona, porque es una pasada disfrutar de los caballos salvajes, el mar y la montaña, todo a la vez», apunta José Antonio.

Sin embargo, los primeros que tuvieron la idea de cenar allí fueron Sergio y Susana. Estuvieron alojados en A Lonquexa do Gañán el año pasado y ya avisaron entonces de que, en cuanto se acabaran las restricciones, les encantaría cenar en el balcón. Dicho y hecho. Cuando llegaron este verano, José Antonio subió una mesa plegable, la colocó frente al banco y les servicio la cena que tanto esperó la pareja. «Aunque solo está a cinco minutos de nuestra casa, servimos más bien aperitivos de picoteo como cecina y después una de nuestras pizzas artesanas elaboradas en horno de leña», recuerda. El menú maridó tan bien con el lugar que pronto hubo quien quiso emular la experiencia. Nunca faltan pretendientes para cenar sentados en el mejor banco del mundo de Morgadáns. Hasta ahora, todas han sido parejas que están alojadas en este establecimiento, pero no descarta ampliar la oferta según avance la temporada. Ha de reformular algo el servicio porque las especialidades de la casa son los chuletones de rubia gallega a la brasa y el lechazo o el bacalao en horno de leña y la mesa con las mejores vistas del restaurante es la más distante de la cocina. «Yo creo que podremos arreglar para servir el bacalao y el lechazo también porque va en barro y guarda la temperatura», avanza el gerente de A Lonquexa do Gañán. El matrimonio está encantado con el interés que suscita este enclave y también con los resultados de un verano especialmente necesario para la hostelería tras la pandemia. «Ha sido un verano muy bueno. En agosto hemos estado al 100 %», indican. No aventuran sobre septiembre porque, además de la climatología, se enfrentan a un mes el que ya no hay reservas anticipadas. «Ya se ha recuperado también el turismo internacional y hemos tenido clientes de Francia u Holanda este mes», confirman. En su entrañable casa de cinco habitaciones, organizan también fiestas privadas o quedadas como la de 37 aficionados de una peña madridista.