El Concello debe proteger los ríos Eifonso y Barxa

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO

Inés López-Berini

El miércoles se debatirá en el pleno de la corporación la declaración del interés de estos espacios naturales

27 abr 2022 . Actualizado a las 01:19 h.

El próximo miércoles se presentará al pleno de Concello la solicitud para la declaración de ENIL de los ríos Eifonso y Barxa, lo cual debemos celebrar como una excelente, necesaria y pertinente iniciativa. Pero quizás deberíamos empezar por explicar qué es un ENIL. Los espacios naturales de interés local son lugares pertenecientes a un municipio que por sus valores naturales merecen alguna figura de protección. Su declaración es competencia de la Consellería de Medio Ambiente, pero la solicitud para dicha declaración y la responsabilidad de su futura gestión para lo que se debe elaborar un plan de uso y gestión corresponde al concello, quien debe por tanto dar el primer paso.

 Es un instrumento legal que permite el reconocimiento y la protección de un espacio natural y se aplica en entornos que por sus características no alcanzan el grado ni las exigencias de parque natural, pero sí resultan merecedores del reconocimiento de sus valores y garantizar su protección. Tras recibirse la petición por parte del Concello, la Consellería de Política Territorial elabora un informe previo para la Consellería de Medio Ambiente que será, revisado el plan de usos, la que declare el ENIL.

 Aunque sigue siendo un gran desconocido para buena parte de la ciudadanía viguesa, el río Eifonso, principal afluente del Lagares, y el río Barxa son con diferencia nuestros cursos fluviales mejor conservados y los que albergan mayor riqueza en cuanto a biodiversidad y patrimonio etnográfico. Sus apenas seis kilómetros nacen en el monte de As Lagoas y cruzan las parroquias de Bembrive, Beade y Sárdoma, donde confluye con el Lagares.

 Necesitaríamos mucho espacio para citar su inventario, todavía incompleto, de flora y fauna, tanto en el medio acuático como en sus bosques de ribera, pero destaquemos al menos que a lo largo de su cauce podemos encontrar decenas de especies de paseriformes (desde ferreiriños hasta paporrubios), varias especies de aves rapaces diurnas y nocturnas (avelaionas, miñatos, azor), mustélidos (nutrias), anfibios (incluyendo píntega rabilonga, un endemismo y la rana patilarga) reptiles, mariposas (como la Vanessa atalanta) infinidad de libélulas e incontables macroinvertebrados acuáticos. Todas ellas especies protegidas, por cierto.

En el bosque de ribera encontramos lo que mejor nos queda en la ciudad de estos ecosistemas, con buena representación de bidueiros, freixos, amieiros y los chopos tan odiados en Praza do Rei. A esto debemos sumar decenas de especies de arbustos y plantas, incluyendo lamentablemente algunas invasoras. En realidad, en lo que a biodiversidad se refiere, nuestro maltrecho Lagares depende vitalmente del Eifonso y del Barxa para mantener una mínima naturaleza, además de ser su principal aporte de aguas limpias. Evidentemente, nada necesita protección si no está amenazado. En la actualidad proyectos de nuevas infraestructuras viarias amenazan este espacio natural, lo que hace urgente garantizar su protección.

Por todo ello imaginamos que la moción para iniciar el procedimiento para la declaración de ENIL de estos cauces fluviales será aprobada en el pleno del miércoles... y por unanimidad, que sería lo lógico. Cuesta imaginar que alguien pueda oponerse a conservar uno de nuestros mejores espacios naturales, máxime cuando el propio Concello presume de él en sus redes sociales y lo destaca en sus webs de turismo y rutas de senderismo (PR-G5), aunque también es cierto que bastantes cosas inimaginables hemos visto últimamente con nuestra maltratada naturaleza.

La idea parte de Avibe, la asociación de afectados por el vial de Beade, comprometidos con la defensa del rural vigués y sus espacios naturales, y desde luego las organizaciones ecologistas Adega, Amigos da Terra, Ecoloxistas en Acción y Greenpeace apoyamos unánimemente esta petición. Crucemos los dedos.