La cabalgata sin cabalgata de la era covid

b. r. s. VIGO / LA VOZ

VIGO

Más de 20.000 personas desfilaron ante los Reyes Magos en la avenida de Castelao

07 ene 2022 . Actualizado a las 00:40 h.

A los niños de la era covid ya no les sorprenden los cambios de guion ni que haya cita previa hasta para cazar chuches. Los hay que no tienen recuerdos de cuando eran ellos los que se quedaban anclados en la acera, esperando ver a los Reyes Magos pasar, ansiando ser acribillados a caramelazo limpio. Ahora la cabalgata somos nosotros en la versión dinámica. La pandemia obliga a mover las piernas y hacer cola para atisbar a sus majestades unos minutos, y eso hicieron ayer en Vigo miles de pequeños con sus familias, cuando el cielo quiso abrirse y el alcalde de «Donde Vive La Navidad». Abel Caballero dio el pistoletazo de salida a las filas de postulantes con reserva, incluidos los que no pudieron asistir por la mañana debido a que la lluvia impidió el inicio de la cabalgata estática en ese tramo horario.

Para los que se decidieron a última hora quedaba la fila de los rezagados, que siempre los hubo y llegarán más tarde, pero llegan. Solventada con éxito la crisis de los caramelos, el evento transcurrió tranquilo y ordenado. Y veloz. La pandemia ha traído la cabalgata exprés, ya que si antes había que estar horas para verla, ahora se despacha a toda pastilla. A los que se demoran, la organización con un ejército de amables voluntarios, les conmina a seguir andando para que pase el siguiente, ya que había 20.000 entradas confirmadas que se agotaron en solo dos horas. El desfile ambientado en las historias de Julio Verne se desarrolló, como el del primer año covid, dejando el habitual paisaje céntrico por la espaciosa avenida de Castelao que seguramente unos cuantos pisaron por primera vez en su vida. Así, además, hicieron turismo local.

Los asistentes encontraban en su paseo a Melchor de primero en su carroza (muy parecido a Iván Pérez, del Lavadores Balonmano y a David Parada, organizador de la San Silvestre). Después estaba Gaspar (clavado a Fran del Alerta Navia de Fútbol y a Carlos Borrás, del Cristo de la Victoria); y de último a Baltasar (como algún jugador del Rápido de Bouzas e Ibrahima Niang). La Cartera Real, por su parte, tenía gran parecido con Begoña Aldao, del Sárdoma F.C. aunque luego se asemejaba más a la paralímpica Susana Rodríguez Gacio. Cosas de la magia. Los reyes llenaron las capuchas de los abrigos de los pequeños de caramelos para evitar el contacto, o llenaban las bolsas que portaban otros con generosos puñados.