El arquitecto también dejó en su pueblo la Botica nova, que sigue funcionando como farmacia. Pero sin duda, el elemento arquitectónico más singular de todos es el templete de la Red de San Luis, que se encuentra en los jardines de la avenida Domingo Bueno. Está ahí desde comienzos de los setenta porque antes estaba en la Gran Vía de Madrid. Era un acceso al metro, pero a alguien no le gustó entonces, y el alcalde Gonzalo Ordóñez no dejó pasar la oportunidad de llevar la obra a O Porriño. Años después, Madrid se gastó un dineral para hacer una réplica.