La constructora hormigona en estos momentos el primer vano del nuevo viaducto
08 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Después de más de un año de obras, la ampliación de la autopista en la zona de Rande empieza a ser visible. En el caso del puente habrá que esperar todavía un tiempo, pero el tercer carril se intuye en una parte de los tres kilómetros que va a ocupar. Y también en el viaducto de acceso al puente.
Como se aprecia en la imagen superior, la unión temporal de empresas (UTE) Dragados-Puentes, que ejecuta la obra, ha hormigonado ya el primer vano (espacio de un puente entre dos apoyos) del tablero del viaducto de acceso al puente atirantado. Es una fase avanzada del proyecto tras los trabajo de ingeniería y preparación que se realizaron previamente a lo largo de los últimos meses.
Este viaducto conectará el tercer carril con el nuevo tablero que se anexará al puente, cuyo destino son los vehículos que se dirijan o provengan de O Morrazo. No obstante, el proyecto prevé la interconexión de ese tercer carril en el puente con los dos existentes. De esta forma, en caso de accidente o por cualquier otra incidencia se evitará un hipotético colapso de una infraestructura vital para las comunicaciones de la franja costera de Galicia.
En el caso del tercer carril de la autopista, los trabajos han sido especialmente dificultosos al tener que compaginarlos con el tráfico habitual de la AP-9 y la existente de las viviendas próximas e incluso instalaciones de otro tipo como un colegio. Fuentes próximas a la UTE destacan que hubo que realizar soluciones expresamente diseñadas para este proyecto, todo ello en paralelo al movimiento de tierras y el levantamiento de pilares. Destacan que hubo que resolver retos técnicos recurriendo a soluciones expresamente diseñadas para este proyecto.
Respecto al viaducto, consta de vanos que se construyen de manera separada, lo que permite aminorar la dificultad que genera la vía férrea que discurre bajo el puente. También se ha tenido en cuenta la existencia de restos históricos del castillo de Rande, que no pueden dañarse.
Los planes de la obra prevén concluir el viaducto a comienzos del próximo año. Mientras tanto, Dragados-Puentes concluirá esta semana la selección de las empresas Dizmar y Emesa como subcontratistas para los trabajos de los cajones metálicos que formarán las plataformas de ensanche exterior del viaducto.
El coste total de la ampliación asciende a 130 millones de euros, dinero que adelanta Autopistas del Atlántico (Audasa), mediante un acuerdo con el Ministerio de Fomento. El pacto incluye su recuperación posterior con un incremento de tarifas, pero libera a las arcas públicas en un momento de escasez financiera.
Si bien el tercer carril se está ejecutando en plazo, no ocurre lo mismo con la ampliación del puente. Los planes del Gobierno central eran concluir todo el proyecto en dos años, lo que supondría terminarlo la próxima primavera. Para entonces estará ya el tercer carril, pero habrá que esperar un año más por el puente.
Los retrasos se han producido desde el principio de los trabajos, sin que ni Audasa ni el Ministerio de Fomento hayan dado explicaciones sobre la modificación del calendario.