Fomento emite un informe provisional sobre «Mar de Marín» vacío de conclusiones

S. A. G. VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

Un año después del hundimiento del pesquero en la ría de Vigo reconoce que no ha terminado de analizar el accidente

02 abr 2015 . Actualizado a las 16:54 h.

Coincidiendo con el aniversario del abordaje entre el mercante Baltic Breeze y el arrastrero Mar de Marín, (ayer se cumplió un año) Fomento ha hecho público un informe provisional sobre el accidente, en el que perecieron cinco personas, una de las cuales sigue desaparecida. Tal es dicha provisionalidad que el punto de las conclusiones carece de contenido. Una escueta línea resume la situación: «En el momento de publicación de este informe provisional no se han alcanzado conclusiones sobre las causas del accidente», al tiempo que se afirma que el informe definitivo no estará disponible antes de julio.

El armador del pesquero, Francisco Freire no oculta su «perplejidad» por la emisión de un documento tan huero, solo entendible, afirma, «si el dictamen tiene que hacerse antes de un año». Añade que en todo caso no esperan mucho del definitivo, ya que este tipo de estudios valen para prevenir futuros siniestros corrigiendo posibles actuaciones equivocadas, pero carecen de valor alguno en litigios judiciales.

Julio, la fecha en la que la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) se compromete a ofrecer conclusiones, coincide con otro aniversario: el de la recepción de una copia de los datos del abordaje reclamados al juez que, afirman, no pudieron conocer en su momento. «El juzgado de primera instancia e instrucción de Vigo, que abrió diligencias del accidente, impidió a la Ciaim el acceso a una parte sustancial de los datos», señala el informe que, en síntesis, se limita a hacer un listado de la documentación con la que cuentan para realizar la investigación y un somero relato de cómo se produjo el abordaje. Empieza señalando que tuvo conocimiento del suceso «por los medios de comunicación» y que, el mismo día, fue calificado provisionalmente como accidente muy grave y que, tras contactar con las autoridades de accidentes marítimos de Singapur, que era el pabellón del Baltic Breeze, se acordó la apertura de una investigación conjunta.

Cruce de derrotas

Aunque se deja claro que el análisis del suceso aún no ha rematado, el dictamen señala que el accidente se produjo cuando el pesquero «que navegaba por la vía de salida, invadió la vía de entrada por la que navegaba el mercante, cruzándose en su derrota, pese a las señales acústicas y luminosas realizadas desde este y los reiterados avisos que el operador de consola del Centro de Coordinación de Salvamento (CCS) Vigo le realizó por el canal 10 de VHF». Es lo que se desprende, dice la Ciaim, de las declaraciones de los testigos, del análisis de los datos del buque, de los gráficos del radar y los sistemas de identificación automática de los buques, y de las grabaciones de las conversaciones mantenidas desde el CCS con los buques.

Peritos achacan el suceso a una cadena de errores del «Baltic Breeze»

Las aseguradoras y la compañía armadora del Mar de Marín mantienen abierta la vía judicial del suceso, tanto en su vertiente civil como penal. Esta última fue cerrada en un primer momento por la titular del juzgado número 7 de Vigo por entender que no había causa, pero ha sido recurrida.

Los denunciantes han presentado un escrito de diligencias previas en el que aportan un pormenorizado informe técnico independiente, en este caso elaborado por Gabriel de Llano y Vicente Beceiro, capitanes de Marina Mercante y profesores del departamento de Ciencias de Navegación de la Universidad de A Coruña.

Negligencias en el carguero

Las conclusiones a las que llegan ambos peritos es que el suceso se produjo por una cadena de errores cometidos por el capitán y mandos del carguero Baltic Breeze, que en algún caso tildan de «graves negligencias». A su juicio, dos fueron las cuestiones que se convirtieron en factor determinante para que el patrón del Mar de Marín interpretase de forma errónea la situación del carguero. Por una parte, explican, encendió las luces de maniobra, «que velaron e interfirieron en la buena visibilidad de las luces de posición de navegación». Y, por otra, a partir de una posición errónea de entrada el Baltic Breeze navegó describiendo la denominada curva de perro, que imposibilita deducir cuáles son las intenciones «del artefacto que se mueve».