Que la ría de Vigo es una gran potencia turística lo demuestran las 24 banderas azules que acaban de conseguir los municipios de su litoral. Se trata de todo un fenómeno, que logra eclipsar a destinos mucho más renombrados. Basta decir que hay más banderas azules en esta ría que en toda la provincia de Barcelona o en la isla de Ibiza. Prácticamente, la ría tiene el doble de distintivos azules que Tenerife o Gran Canaria, ambas islas con 13 cada una.
Estos galardones poco tienen que ver con el medio ambiente. Nos lo recuerda el genial Antón Lois en sus magníficos reportajes sobre ecología y mucho más que publica los domingos en La Voz de Vigo. Así que somos conscientes de que las banderas azules no son precisamente verdes. Y que pueden premiar menos la calidad de las aguas que la disponibilidad de aparcamiento cerca de la toalla. Pero es seguro que son un indicador del atractivo turístico de una playa. Con todo lo bueno y lo malo que esto comporta.
Así que la noticia está en que la potencialidad turística de la ría de Vigo es enorme. Cangas suma 10 banderas azules y se convierte en el segundo municipio gallego más galardonado, tras Sanxenxo. Pero lo realmente asombroso es que Vigo se sitúe en vanguardia. Es inaudito que la mayor ciudad de Galicia, gran motor industrial, acumule nueve playas con bandera azul.
Dos de estos arenales están en las islas Cíes: Rodas, considerada «la mejor playa del mundo», y Figueiras, popularmente conocida como la playa de los alemanes. Otras siete están en el mismo término municipal vigués: A Punta, O Vao, Tombo do Gato (A Fonte), Fortiñón, Canido, Fontaíña (Barcas) y Argazada (Samil).
Es de verdad sorprendente que el gran puerto exportador de Galicia, el que acumula el verdadero tráfico de contenedores, la ciudad con la mayor fábrica de automóviles de PSA en el mundo fuera de Francia y, en definitiva, uno de los más importantes núcleos industriales de la Península Ibérica pueda, al mismo tiempo, tener nueve playas en su mismo término municipal distinguidas con bandera azul.
Con todo ello no debería ser difícil vender Vigo como destino turístico. Algo que históricamente se nos ha presentado complicado. Aunque el municipio no contase con el impresionante patrimonio de las islas Cíes, en sí mismas un atractivo único, la realidad es que aquí hay valores como para publicitarlos sin más complicaciones.
Para colmo, la ciudad está enclavada en la ría de Vigo, cuyos municipios suman 24 banderas azules. Así que todo conspira para que parezca sencillo publicitar un destino turístico privilegiado. No caben disculpas en esa política de promoción de la ciudad. Muy distinto es que no se haya sabido hacer a lo largo de los años.
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