Provisional

VIGO

18 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Al pasar en tren por Redondela, hay unos restos arqueológicos arrumbados en una esquina. No son, desde luego, el Partenón, el Erecteión ni los Propileos. Pero aquel conjunto de piedras amontonadas, negras y comidas por el musgo están catalogadas como Bien de Interés Cultural. Así fueron declaradas por Patrimonio Histórico el 6 de octubre de 1990. Su aspecto actual es un asco. Porque esas piedras son la antigua estación de ferrocarril de Vigo, que data de 1878. Fue desmantelada para construir una nueva, que ya tampoco existe, porque fue demolida en 2011. Un total de 23 años llevan los «escombros de interés cultural» esperando que alguien les dé uso.

El pasado lunes, Fomento adjudicó la nueva estación provisional de Urzaiz. La hará ACS por 3,2 millones de euros, cuando fue licitada en febrero por 5,2. Podemos imaginar la «maravilla» que van a construir, con un descuento que raya en la baja temeraria. Para cuando esté terminada, en 2014, Vigo contará con dos «estaciones provisionales», una en Guixar y otra en Urzaiz. Mucho es de temer que lo efímero se convierta en permanente. Y que nos pasemos años y años con unos apeaderos indignos, en lugar del proyecto de Thom Maine, ya recortado hasta los muñones.

Claro que el apeadero miserable que es el futuro de la mayor ciudad de Galicia estará en consonancia con la calidad de su tren. No será un AVE, aunque nos lo venderán así. Será el tren rápido del corredor del Eixo Atlántico, que ya funciona, desde hace años, entre A Coruña y Santiago. De AVE de verdad, del que va a Madrid, nada de nada. De estación, tampoco. Como las piedras de interés cultural que yacen en Redondela, nos aburriremos de esperar al tren y a su estación. Los de verdad, no el simulacro. Pasarán los años y se nos comerá el moho.

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