Fútbol gallego

VIGO

13 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Celta llevará hoy el fútbol gallego a Riazor. Sea cual sea el resultado, los coruñeses tendrán así la oportunidad de ver el balompié que practican sus compatriotas. Que tal vez no sea súper, pero hay días en que está muy bien.

A las 20.00 horas, el Deportivo saltará al campo con lo que tiene: un solo jugador gallego, un tal Álex Bergantiños, que juega de centrocampista. Con suerte, tal vez alineen también a Pablo Álvarez, al que cuentan como aborigen, aunque en realidad es un tipo de Oviedo. Se conoce que la poca galleguidad del conjunto les da reparo. Y cualquier día dirán que Guardado, más mexicano que el guacamole, nació en una palloza en Os Ancares.

Por el contrario, el Celta visita hoy Riazor con el orgullo de un equipo gallego integrado por once jugadores del país: Roberto Lago, Jonathan Vila, Andrés Túñez, Toni, Sergio Álvarez, Yoel, Borja Oubiña, Iago Aspas, Dani Abalo, Álex López y Hugo Mallo. Y todos juegan, la mayoría como titulares.

Así que el equipo gallego, el Celta, llevará hoy a Coruña su fútbol, que brillará mucho o poco, pero al menos es del país o, mejor, de casa, como dicen en las aldeas como sinónimo de calidad. Hay que remontarse más de tres décadas atrás para recordar tantos gallegos jugando juntos en partido oficial. En la temporada 1977/78, fueron veinte los convocados por ambos equipos para el derbi, trece por el Celta y siete por el Coruña. Desde entonces, el erial.

Cierto que Mostovoi, Karpin, Mazinho o Gustavo se hicieron tan vigueses que nos han llegado a parecer gallegos. Pero la presencia del país se convirtió en testimonial, con Míchel Salgado, Coira y Oubiña convertidos a menudo en enseña.

En el último clásico en Riazor, disputado en 2006, cuando venció el Celta por 0-1, apenas saltó al césped un jugador gallego como titular y dos como suplentes. Para ver a jugadores del país había que esperar a la cita navideña con la selección de Galicia, hoy defenestrada por la actual Xunta, en una decisión equivocada e inexplicable.

Ahora, la crisis y los dos últimos descensos han obligado al Celta a tirar de cantera. Y el resultado confirma que la estrategia funciona. No sólo el equipo es tanto o más competitivo que con figuras extranjeras, sino que además esta política deja dinero: sólo por Joselu y Denis Suárez, el club se ha embolsado tres millones de euros.

Así que hoy irá el Celta a enseñarle fútbol gallego a los coruñeses. Por sí misma, ésta es ya una gran noticia. Confiemos en que nuestros amigos del Norte tomen nota y tiren también de cantera. Tal vez así logren salir de la debacle económica en la que están inmersos. Está feo que, habiendo sido famosos en el mundo por su fútbol, ahora mismo, con acreedores en Canarias, en Uruguay y hasta en la Conchinchina, el recuerdo que vaya a quedar sea el de puferos.

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