Alcorcón dos: el regreso al pozo

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

VIGO

09 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Va a tener razón Oltra. Visto lo de ayer, da igual que se siente en el vestuario, se meta en las cabinas de prensa o suba a rematar. El Dépor va a seguir sin tener ni idea de a qué juega. Si el campo está a su gusto y el rival deja suelto a Valerón, la cosa es fácil: balones al Flaco y él proveerá. Pero si la bola hace extraños, el contrario presiona un poquito al 21 y además falta Guardado se apagan todas las luces. Así que en Alcoy el equipo interpretó entre tinieblas la segunda parte de esa peli de miedo que ya protagonizó en Alcorcón.

Como toda secuela, esta tuvo nuevos ingredientes para entretener al espectador. La grada seguía encima del campo, de tamaño reducido, pero El Collao esconde además más tierra que césped en el tapete. Tanta que el árbitro podría haber hecho de juez de pista, acercándose a la espalda de Aranzubia para comprobar si el formidable chut de Miki había traspasado la línea. No lo hizo y pasó por alto que la pelota levantó arena medio metro dentro de la portería.

Lo mismo dio, porque un minuto después (el que va del cinco al seis) Ayoze dejó en nada el error del colegiado (el mismo que pitó el último Teresa Herrera). El lateral, tembloroso toda la noche, cedió el balón al portero sin percatarse de que este se encontraba ya a media salida. No hubo un bote amigo que desviara el cuero de su camino a la red. El partido venía de culo.

Y así siguió sin mucho remedio hasta el descanso, quizá por aquello de que Oltra seguía aislado tras el cristal que una vez fue cabina de radio. Los pelados Miki y Jiménez anularon por completo al (muy intrascendente) dúo Bergantiños-Vázquez. Salomao se hartó de conducir hacia ningún lado y Laure y Seoane demostraron que dos laterales pueden ser peor que uno. Valerón quiso jugar por once, pero descubrió que es imposible bajar a crear juego, dar el último pase y rematarlo.

Ni siquiera ayudó el que Maestro fuera un flan. Las inseguridades del portero del Alcoyano, incapaz de atrapar un solo balón sin darse un susto y de salir por alto con garantías, las tapó la ineficacia deportivista.

Laure y Ayoze aprendieron la lección de pretemporada: «Hay que llegar a la línea de fondo y colgarla sin pararse a mirar». Faltó la segunda parte: «Ya habrá allí alguien para rematar». A los centros se les acabó el campo sin nadie que los oliera. Los de casa aprovecharon las estrecheces del campo para chutar desde cualquier parte. Salomao tomó nota en el primer tiempo y probó sin suerte a Maestro.

También fue el portugués el protagonista de la acción más clara de la segunda mitad. Con todo a su favor, estrelló su disparo en el meta, vencido tras rechazar un gran lanzamiento de Saúl. El extremo salió al campo como parte de la reacción de los de Oltra, irremediablemente volcados tras el descanso.

Tanto que el Alcoyano fue capaz de encontrar huecos en su futbolín. Una contra dejó a Álvaro y a Gato solos ante la portería visitante. El primero regaló a su compañero el desenlace de una nueva película de miedo para el Deportivo en su difícil regreso al pozo.

Goles: 1-0, min 6: Ayoze, en propia puerta. 2-0, min 85: Gato.

Árbitro: Jorge Valdés Aller (colegio de Castilla y León). Amarilla a Choco y Morcillo por los locales y a Seoane, Ayoze y Aranzubía, del Dépor.

Incidencias: 4.223 espectadores casi llenaron el pequeño campo del Alcoyano. Gran ambiente en las gradas y terreno de juego en estado lamentable.

Maestro; Pina, F. Martín, Morcillo, Devesa; Miki, Jiménez; Cañadas (Gato min 76), César Remón (Rafa Gómez, min 59), Álvaro; Choco Lozano (Bartres, min 80)

Aranzubia; Seoane (Riki, min 58), Colotto, Aythami (Juan Domínguez, min 74), Ayoze; Álex Bergantiños, Jesús Vázquez (Saúl, min 65); Salomão, Valerón, Laure; Lassad