Encontrar una deportista con un palmarés como el de María Luisa García Pena (Vigo, 1948) es imposible en los días que corren, no por la cantidad de sus títulos, sino porque estos llegaron en diferentes disciplinas deportivas.
Quince veces campeona de España absoluta al aire libre en atletismo en las especialidades de disco, jabalina y peso, según recogen los datos de la Federación Española de Atletismo, internacional absoluta de balonmano en 17 ocasiones, jugadora de la División de Honor de baloncesto en equipos punteros como el Estudiantes y el Celta en los años 60, y federada en hockey sobre hierba, son logros difíciles de encontrar en un solo deportista, pero de los que pudo presumir Marisa García, la atleta total.
Es sin duda la mejor deportista viguesa de todos los tiempos, y ahora la Fundación Vigo Deporte, que preside Xabier Alonso, intenta recabar datos sobre su actual paradero, para completar una parte fundamental de la historia del deporte femenino en la ciudad. Se le perdió la pista después de emigra a competir en clubes de la localidad alemana de Múnich en los años setenta, y las últimas informaciones la situaban en Estados Unidos. Periodistas y directivos que compartieron con ella aquellos años gloriosos le perdieron la pista.
Marisa comenzó a llamar la atención cuando a los quince años se alzó en Barcelona con el Campeonato de España de jabalina. En 1967, el diario El Mundo Deportivo, que entregaba anualmente los premios nacionales con el apoyo de la Delegación Nacional de Deportes (ahora CSD), catalogaba a la plusmarquista como la mejor atleta femenina española. También competía en salto de longitud, 200 metros y en pentatlón.
Precisamente en esas fechas, el seleccionador Domingo Bárcenas la llamaba para competir con la selección española de balonmano, deporte que había practicado también durante su estancia en Madrid, compaginándolo con el atletismo.
En el atletismo femenino solo María vasco iguala su número de títulos al aire libre. También fue campeona de España en pista cubierta en peso (1966 y 68).
Traslado a Múnich
A partir de 1972 su vida se traslada a Alemania, aunque seguías conservando ficha federativa con el Celta. En Múnich corrió para el SV Post, el equipo de Correos, y en balonmano jugó en el Bayern.
Era hija del fallecido Salvador García, que fue director del Centro Deportivo Municipal cuando se inauguró el complejo de As Travesas en 1968 y también concejal.