El toro de O Porriño será rebautizado como Santiago y se irá a vivir a Barcelona

VIGO

El matadero del que se escapó lo ha indultado y lo ha donado a la Fundación Altarriba, que se encargará de su cuidado.

30 dic 2010 . Actualizado a las 22:27 h.

Se llamará Santiago en homenaje a Galicia, aunque el alcalde quería que lo rebautizasen como O Porriño. El toro de 450 kilos que el pasado lunes se escapó de un matadero de O Porriño (Pontevedra) y sembró el pánico entre los vecinos hasta que fue capturado al día siguiente en A Veigadaña (Mos) será indultado y donado a una fundación, que se encargará de cuidarlo en una finca en la provincia de Barcelona.

Un directivo del grupo Coren, Frigolouro propietario del ternero, ha entregado esta tarde un acta notarial en la que confirma la donación del animal a la Fundación Altarriba aunque para su traslado aún faltan unos días. Falta que la Consellería de Medio Rural de su visto a la documentación necesaria para el traslado y mientras tanto el novillo permanece en una cuadra de las dependencias de O Porriño. «Aún está muy nervioso, solo han pasado unos días desde que se escapó», apuntaba Emilio Rial, director adjunto del grupo Coren.

Los responsables del matadero reconocen que su huída fue un hecho «insólito», sobre todo, porque es muy difícil que un animal de esas características consiga superar una valla de metro y medio. Aunque su valor en el mercado alcanzaría 1.200 euros, la empresa asegura que desde el momento en que se consiguió capturarlo se planteó la posibilidad de indultarlo, como se hace como los toros de lidia. Eso sí, Julio Ortega, representante de la fundación que se hará cargo del animal, prefiere que no se use ese término y recuerda que el novillo «no cometió ningún delito». «Lo que se está haciendo es devolverle su derecho a vivir», añadía Ortega.

Su nuevo destino es una finca en la provincia de Barcelona donde vivirá en semi libertad y bajo los cuidados de un equipo de veterinarios y etólogos. Convivirá con otras especies que esta fundación ha recuperado en un refugio que ellos casi consideran ya un «santuario». Ortega agradeció que en la captura se utilizasen dardos tranquilizantes en vez de munición corriente y aseguró que es una muestra de que está cambiando la mentalidad y se respetan cada vez más los derechos de los animales.