Partido grande el Inter-Barcelona de hoy. Al margen de cómo resulte el espectáculo futbolístico, me atrevo a señalar que será más disputado y con juego muy trabado, plagado de faltas, que de un alto nivel tal y como debería exigir el aficionado cuando se le habla de una semifinal de la Champions en donde, como en este caso, se van a enfrentar dos equipos con un cartel extraordinario en el concierto del fútbol mundial. Pero esto... Solo en el cartel.
Veamos por qué a la hora de hablar del partido de hoy en Milán mostramos gran reserva en cuanto a la calidad del fútbol que vamos a tener ocasión de ver. Sí de ver y no de admirar. Si acaso la admiración surgiría por parte del Barcelona, pues el Inter, como es habitual en los equipos de Mourinho, jugará anteponiendo en todo momento la eficacia (y la marcha del marcador) a la belleza del fútbol de sus hombres sobre el campo.
Siguiendo con Mourinho, porque de Guardiola les hablarán en algún otro lado de este periódico, decir que el técnico portugués cuando se enteró de que por culpa del volcán islandés no podrán acudir más seguidores del Barcelona al partido comentó: «Mejor para ellos, así se ahorrarán el disgusto». Sin comentarios.