Viaje por las catacumbas de Vigo

VIGO

Una red de galerías recorre bajo tierra varios kilómetros de los alrededores del Castro. La última descubierta, fue realizada con la misma técnica usada por los romanos

30 nov 2009 . Actualizado a las 12:47 h.

Las estribaciones de la cara norte del monte de O Castro ofrecen un entramado de túneles. Los arqueólogos no han podido precisar cuándo fueron construidos. Sí parece claro que todos ellos cumplieron la función de servir como abastecimiento de agua a la población, pero tampoco se descartan otros usos. Su morfología es bastante similar, aunque solo en dos casos han sido estudiados por arqueólogos.

El último descubrimiento se produjo durante las obras de humanización de la calle de Santiago. La arqueóloga Mar López Cordeiro, autora del control realizado en esa zona, afirma que el modo constructivo empleado responde a las características definidas para las construcciones romanas de agua. «La intensa explotación industrial de toda la franja costera durante la época romana en Vigo, hace presuponer la necesidad de un abastecimiento de agua potable que, si bien por las características de este territorio, pudo haber sido a través de sus múltiples fuentes y manantiales, no puede desechar la existencia de una infraestructura hidráulica que podría haber sido reutilizada por el poblamiento posterior. Sin embargo, no podemos afirmar este extremo ya que se desconoce cómo se construyó después de esa época», señala la arqueóloga.

Esta galería fue excavada en la roca, a pico, con cubierta abovedada. Dicha bóveda presenta desconchamientos, que podrían haber sido originados por su apertura con un frente de fuego, y registra pequeños agujeros ( loculi , según la denominación que maneja la arqueóloga) para sostener supuestamente las lucernas que aportaron la luz necesaria para su excavación.

El túnel tiene una altura de 1,15 metros y un ancho en la base de 70 centímetros. Para estudiar el lugar, fue preciso el concurso de un robot, artefacto que permitió comprobar que la galería tiene una longitud mínima de 15,60 metros. En el tramo inicial, está excavado en roca, pero después aparece un tramo realizado con mampostería de piedra y techo conformado por grandes losas de granito, lo que parece indicar que fue reutilizado en época contemporánea. Después, continúa la construcción en roca.

Subestación eléctrica

No es la única galería estudiada científicamente. Durante las obras de construcción de la subestación eléctrica de O Castro, se encontró otra galería asociada a una tajea de época contemporánea, que fueron estudiadas por la arqueóloga María Jesús Iglesias Darriba. A la galería se entra a través de un pozo, al que accedieron miembros del cuerpo de Bomberos. El pozo está excavado en roca, con una boca de dos por un metros de ancho y una profundidad de 15,20 metros. Este pozo es la puerta de acceso a la galería.

Al igual que la galería de la calle de Santiago, esta también está excavada en roca y sigue una dirección norte-sur, desde la Cruz de O Castro hacia el paseo de Granada, con una longitud de 85 metros. El techo también es abovedado, pero está reforzado en algunos puntos con bóveda de ladrillo y mortero gris, elementos que parecen indicar que experimentó obras de mantenimiento hasta entrado el siglo XX.

La arqueóloga detectó pequeñas rebajas en los laterales de la galería que parecen indicar que debieron engarzar algún sistema de iluminación, conclusión que se ve reforzada por la presencia de huellas de humo. También aparecen clavos de hierro con una función indeterminada. Por el suelo transcurre un pequeño canal, sustituido puntualmente por tuberías de gres. Aparecieron dos pozos de aireación cuyas bocas están selladas con ladrillos. Esta galería tiene dos ejes secundarios en direcciones transversales, que no se prolongan mucho. Iglesias Darriba concluye que se trata de una galería de captación de aguas que formaría parte de la red de abastecimiento de la antigua villa. Tampoco se pudo determinar su cronología. La dirección de la galería parece indicar que llevaría el agua hasta el interior del recinto amurallado aunque no se puede confirmar porque está cortada por cimentaciones de obras más modernas.

Entorno de San Sebastián

Todavía hay más galerías en los alrededores del castillo de San Sebastián, pero no han sido estudiadas por arqueólogos sino que fueron exploradas durante la realización del catálogo municipal por espeleólogos de la federación gallega en 1996. Bajo la calle Pracer se extiende una galería de 90 metros de longitud, en dirección sur-norte, es decir, procedente de O Castro con destino al antiguo recinto amurallado, lo que podría indicar que estaba conectada con la galería hallada cerca de la subestación eléctrica. En este caso, la galería presenta un recorrido sinuoso, y se detiene ante tapiados de hormigón de construcciones más recientes. Algún arqueólogo apuntó la posibilidad de que esta galería llevase agua hasta A Laxe, al borde del mar.

En la calle de Granada encontramos otra galería de 33 metros de longitud, excavada en jabre, y en el interior del castillo de O Castro aparece otra, de 64,5 metros de longitud, construida en piedra de sillería, con arcos y techo abovedado. Esta galería si aparece documentada en las narraciones del ataque británico de 1719. Se decía entonces que servía de almacén para la pólvora.