La Casa de Pazos de Figueroa es el edificio civil más antiguo

J. L.

VIGO

30 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La intervención más importante que se ha realizado en el patrimonio histórico del Casco Vello fue la practicada en la Casa Torre de Pazos de Figueroa, durante mucho tiempo conocida como Casa Arines.

En el año 1997, el arquitecto Alfonso Penelas realizó, para el Concello de Vigo, la rehabilitación del inmueble. Partiendo de tres edificios ruinosos, el arquitecto vigués completó una rehabilitación que mereció el premio Hermanos Gómez Román. Penelas logró una perfecta simbiosis entre el historicismo de la fachada del edificio y la contemporaneidad de su interior, totalmente renovada.

Este edificio fue posteriormente cedido al Gobierno de Portugal para ser empleado como sede del Instituto Camões, el equivalente al Instituto Cervantes de España. El centro cultural portugués situó en la parte baja del edificio la zona de uso público, quedando para la primera planta las aulas y la biblioteca, y para el segundo piso, la zona administrativa.

El conjunto arquitectónico está formado por una torre, datada en 1540, la casa, de 1579, y una pequeña construcció-n posterior. A estos elementos, Penelas incorporó uno pequeño elemento en la plaza de acceso a su interior. El arquitecto e historiador Jaime Garrido encuadra el conjunto en la transición del gótico tardío al estilo plateresco. Esta construcción está documentada como la edificación civil más antigua de Vigo, levantada en un tiempo en el que el Casco Vello ya estaría conformado como en la actualidad, con la calle Real como comunicación con el Berbés.

«Fernamdus me fecit»

En el dintel que se sitúa en la ventana de la segunda planta se puede reconocer la inscripción: «Fernamdus me fecit [Fernando me hizo]». El nombre puede referirse al arquitecto del edificio, y no al propietario que mandó levantarlo, ya que podía actuar como firma del trabajo realizado.

El investigador Grato Amor mantiene dudas respecto a algunas opiniones que afirman que la torre de este conjunto fue construida con los sillares de la antigua Torre do Penso, fortificación que se levantó durante la Edad Media en la actual calle del Pracer.

«En Vigo se mantuvo el nombre de Casa Arines porque, en el siglo XIX, su último propietario de la casa perteneció a aquella familia», afirma el investigador vigués. Grato Amor recuerda que los Pazos Figueroa, también conocidos como Pazos de Probén, constructores del inmueble, llegaron a acorralar al mismísimo Pedro Madruga en la playa de San Sebastián.