De Salceda a la Orquesta Nacional de Irlanda

VIGO

Un percusionista gallego se ha hecho hueco en la sinfónica con base en Dublín

16 ene 2009 . Actualizado a las 11:50 h.

Paradójicamente, en la Orquesta Nacional de Irlanda solo un 15% de los músicos son irlandeses. El resto son extranjeros, principalmente ingleses, aunque en la percusión también se ha hecho un hueco un músico gallego. Se trata de Roberto Oliveira, un salcedense a punto de cumplir los treinta años, que llegó casi por casualidad a Dublín y hace año y medio ya instaló allí su residencia.

Su relación con Irlanda comenzó cuando finalizó sus estudios y un compañero de la sinfónica de Euskadi, en la que también actuó Roberto, le recomendó contactar con el percusionista principal de la Orquesta Nacional de Irlanda, el americano Richard O'Donnell. Se fue hasta Dublín para hacer una prueba. «Lo llamé y me invitó a viajar a Irlanda para escuchar como tocaba y, sin más, me preguntó si estaba libre la semana siguiente para actuar como invitado en su orquesta», recuerda Roberto. «Todo surgió muy rápido, casi en un abrir y cerrar de ojos ya estaba instalado en Dublín».

Poco después de empezar a colaborar con la orquesta irlandesa, O'Donnell le propuso hacer un máster en la Dublin City University y el percusionista de Salceda de Caselas fue alargando poco a poco sus estancias hasta que entró como percusionista de la sinfónica y en verano del 2007 fijó su residencia en la capital irlandesa. «Irlanda me parece un país increíble con una tradición muy profunda. La gente es muy amable, lo único problemático hoy en día es su economía. A nivel cultural son muy abiertos, cuidan mucho su tradición y la música celta, pero al mismo tiempo están creando cosas nuevas», apunta el percusionista.

A pesar de que añora Galicia, Roberto se encuentra cómodo con el momento que está viviendo, a medio camino entre la música contemporánea y la música clásica. «Me gusta mucho lo que hago y en Irlanda mi trabajo está mejora valorado y remunerado que en España». Aún así, compagina su labor en la orquesta con proyectos más personales y contemporáneos como el cuarteto Odaiko.

Su pluriempleo no acaba ahí, Roberto también trabaja como artista freelance , así que si alguien le llama para hacer un concierto de música latina, solo necesita un par de días para centrarse y estudiar un poco el estilo. «Mi gran problema es que todo lo que tenga que ver con la percusión me gusta», reconoce irónicamente el músico de Salceda.

Formación musical

Tras formarse en varia escuelas europeas, Roberto Oliveira lamenta lo poco que valora y aprovecha Galicia su potencial musical. «La gente no se da cuenta que Galicia tiene mucha materia prima sin explotar. Muchos grandes artistas se tuvieron que ir al extranjero a formarse y cuando volvieron a casa la gente y los había olvidado por completo», asegura Roberto. Además, cree que en Galicia aún se valora más lo de fuera y propone buscar un equilibrio para «promocionar, ayudar y arropar a nuestros artistas pero trayendo cosas del extranjero para seguir aprendiendo y poder comparar y analizar la situación del resto del mundo». Por eso, reclama un vuelco en el sistema educativo que permita que los nuevos músicos se puedan formar en los instrumentos tradicionales y al mismo tiempo tener la posibilidad de acceder a departamentos de jazz, música antigua o contemporánea. Roberto cree que cada vez es más importante contar con un amplio abanico estilístico. «Hoy en día un percusionista, aparte de su posición laboral, si en sus ratos libres quiere trabajar como freelance necesita tener conocimientos de muchos instrumentos y estilos», argumenta al respecto.

El panorama no se lo pone fácil y por eso Roberto no tiene una repuesta muy concreta cuando se le pregunta pro el futuro. No sabe dónde acabará ni cómo evolucionará su carrera en los próximos años. «No descarto en un futuro dedicarme a la docencia, al rock o a la composición, por poner tres ejemplos diferentes».