Y, de paso, le da los últimos toques al himno oficial de la Expo Zaragoza 2008. El compositor turolense (va a ser verdad que Teruel existe) es una de esas excepciones que confirman la regla y resulta que ha terminado por ser profeta en su tierra. Un jurado de expertos decidió que su música era la que mejor interpretaba la filosofía de esta Expo, que ha hecho del agua su leitmotiv.
Precisamente en el agua buscó Julio Mengod su inspiración. Todo empieza con un grupo de arpas imitando el sonido de la noria para, luego, hacer un recorrido musical por la historia de su tierra. Trompetas y trompas pondrán la parte épica con Agustina de Aragón como telón de fondo. Por supuesto habrá sonido jotero y toque de tambores al estilo calandiano de Buñuel . El estribillo se reserva para un coro de hombres tocados con cachirulo, y el final para una explosión sinfónica de toda la orquesta con introducción de violines.
El caso es que tanto trajín retrasó este año las obligadas vacaciones de Julio en Baiona. Eso sí, según me cuenta, está dispuesto a recuperar el tiempo perdido y ampliar el asueto hasta bien entrado septiembre. Espera, entre otras, la visita de su hija Verónica , recién llegada de las Maldivas, donde su marido tiene un negocio de hostelería. Le pregunto que le ha parecido el reportaje que dedicó a su vástaga una publicación del colorín: «Fíjate lo estupenda que estaba que se agotó la revista. Porque el hecho de que compartiera páginas con la cachada en biquini de Letizia Ortiz no creo que influyera en el agote», ironiza. Yo tampoco creo.
En este caso de uvas y fermentadas. Hasta 45 vinos probaron ayer los miembros del jurado para elegir los deliciosos de la última cosecha. La lista se hará pública hoy, porque ayer terminaron tarde, muy tarde. Al frente de todo estuvo Guillermo Campos , que en esta edición optó por un jurado más técnico que en ediciones anteriores, de forma que a la lista de especialistas habituales, se sumaron varios miembros del panel de cata de Rías Baixas. Así fue como compartieron escenario junto al Miño de Salvaterra, entre otros, Sonia Otero, Oliver Weiss, José Luis Mañas... Xan y los discos voladores. Plagado de ellos apareció ayer la playa de Samil. 2.500 en total. Los plantó de buena mañana la Consellería de Pesca para llamar la atención de los más pequeños a medida que iban llegado al arenal. ¿Qué misterio esconde la plantada? Pues aunque pudiera parecer otra cosa, de lo que se trata es de popularizar a Xan, un dibujo animado de estética manga, cuyo rostro aparece impreso en los discos.
Xan es un forofo del pescado, que incluso le da poderes mágicos. El caso es que el departamento que dirige Carmen Gallego ha pensado que, jugando-jugando, Xan puede trasladar a los niños esa pasión por las proteínas marinas. A ver.