El tripartito propone usar escombros para mejorar la vía rápida

J. Santos MOAÑA

VIGO

XOÁN CARLOS GIL

Un lugar para depositar tierras y restos de obras sería la trinchera de A Borna

25 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

El concejal de Medio Ambiente moañés, Daniel Rodas, remitió a la Xunta una novedosa propuesta para resolver el grave problema generado por los escombros de obras y extracción de tierras. Consiste en depositarlas, previa construcción del techo de un túnel, en las trincheras abiertas para la vía rápida en A Borna o A Xalde, en la sección de Caeagua o en la recuperación de Monte Pequeno, en Ameixoada. De esta forma, se solucionarían a la vez dos problemas: el depósito de estos vertidos y la degradación ambiental y paisajística generada por la construcción del corredor de O Morrazo. Inventario La Dirección Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental envió entre otros concellos al de Moaña un escrito en el que pedía que se le indicaran lugares susceptibles de depositar escombros y tierras de obras, como viejas canteras sin uso, para elaborar un inventario. El concejal de Medio Ambiente entiende que Moaña no cuenta con lugares que reúnan estas condiciones, pero considera que es viable la propuesta que presentó al director general del citado organismo. Asegura que existen empresas que estarían interesadas en una concesión. A juicio de Daniel Rodas, la construcción de la vía rápida conllevó el mayor impacto ambiental y paisajístico de toda la historia de Moaña. Las trincheras abiertas en la ladera sur de los montes del municipio son visibles desde Vigo, desde la autopista del Atlántico y desde la entrada de la ría. Impactos Rodas se refiere, concretamente, a cuatro zonas: la desaparición del llamado Monte Pequeno, en el barrio de Ameixoada, desde donde parte el ramal de acceso a Cangas; la trinchera en los montes de Piñeiro y A Xalde, la sección vertical excavada en Caeagua y la trinchera abierta en el monte de A Borna, a continuación de O Caeiro. El concejal no cita el impacto visual generado en Cangas tras la salida a Bueu y A Portela, con una trinchera que alcanza en su punto más alto cerca de los cien metros de altura, ni el final de la vía rápida en Aldán. La construcción de la vía rápida conllevó un movimiento de tierras de grandes dimensiones, con casi cinco millones de metros cúbicos en excavaciones, de las que gran parte de utilizaron para rellenos. Sólo en un caso se optó por la solución de menos impacto, aunque más cara, del túnel. Es el de Montealegre, que se hizo, tras modificar el proyecto para salvar el castro