La decadencia del colegio Sinde

Álvaro Penas A GUARDA

VIGO

GABRIEL RAMOS

Reportaje | Varias oenegés y asociaciones, abocadas a abandonar sus oficinas y talleres Un informe que alerta sobre serios daños estructurales en el centro lleva al Concello de A Guarda a determinar su clausura y buscar alternativas para las agrupaciones

19 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Deficiencias estructurales, grietas, ventanas rotas, suciedad y abundantes restos de «botellones». Este es, a grandes rasgos, el estado en el que se encuentra el antiguo colegio Manuel Rodríguez Sinde, en el municipio de A Guarda, donde se alojan las sedes y se desarrolla el trabajo diario de una decena de agrupaciones, entre oenegés, asociaciones de diversa índole, e incluso Protección Civil y Cruz Roja Juventud, que cuentan en la edificación con oficinas y aulas. Un informe del arquitecto municipal, redactado hace una semana, puso en situación de alarma al Concello. El departamento técnico constató que en la construcción (tres bloques de cuatro pisos de altura) existen «numerosas grietas y fisuras, que pueden afectar al sistema estructural del edificio». Además, la inspección realizada determinó que en algunas zonas de la planta inferior hay hundimientos de «aproximadamente dos centímetros» con respecto al plano horizontal y que «la suma de ambas situaciones puede suponer un riesgo de ruina de la edificación, con sus consiguientes consecuencias». Dos años antes Pero la preocupación ya había aparecido entre los usuarios del centro dos años antes, cuando empezaron a producirse las primeras grietas y fisuras en las paredes de los tres bloques. No, sin embargo, la alarma, que surgió al conocer el contenido del informe municipal. La construcción data del año 1967, pero ante su estado da la impresión de ser mucho más antigua. Como centro educativo dejó de operar cuando se construyó el nuevo colegio homónimo, en otra zona de la villa. Hace aproximadamente una década comenzaron a instalarse, a instancias del Ayuntamiento, diversas agrupaciones. En estos momentos trabajan en el antiguo colegio el equipo del proyecto europeo Medas 21, la agrupación de mujeres rurales Santa Tecla, la asociación Currículum Vitae, Avelaíña, Cruz Roja Juventud, Protección Civil, un grupo de gaitas de la tercera edad, el coro Arpegios Cantabile y otras formaciones musicales. y de baile. Como ejemplos de los niveles de ocupación del edificio, Avelaíña, que ofrece cursos a discapacitados psíquicos, puede llegar a tener simultáneamente hasta cuarenta usuarios. Las asambleas de la asociación Santa Tecla pueden congregar hasta 800. La inspección del arquitecto revela también deficiencias de tipo estético (humedades, desconchados o carpinterías en mal estado) e insta al Concello al «desalojo urgente» de la edificación. Según algunos de sus usuarios, desde que empezaron a trabajar no se han llevado a cabo reformas (salvo a título individual), no disponen de calefacción y han sufrido en numerosas ocasiones robos. Además, denuncian que todos los fines de semana se celebran botellones en el centro, que apenas dispone de medidas de seguridad. Solución El próximo lunes el concejal de Cultura de la villa, Celso Rodríguez Fariñas, tiene previsto mantener una reunión con los afectados, que fueron convocados ayer. En principio, el Concello, que no tiene ni tuvo nunca obligación de facilitar locales, ha decidido reubicar a todas las agrupaciones en antiguas escuelas unitarias de diferentes parroquias, ahora vacías. El Ayuntamiento deberá aguardar antes del realojo la desafección por parte de la Consellería de Educación de estos centros menores, y que su propiedad pase a ser municipal. Celso Rodríguez Fariñas, concejal de Cultura de A Guarda, apuntó ayer que están a la espera de una respuesta de la Consellería, «pero si no se produce en los próximos días reubicarán a las asociaciones igual».