El astillero Hijos de J. Barreras botó ayer el segundo de los car carrier gemelos construidos para la naviera griega Neptune Shipping Lines, que ha supuesto un contrato global de más de 108 millones de euros (17.969.688.000 pesetas). El Neptune Dynamis, una réplica del Neptune Aegli, ha sido montado en la factoría naval viguesa en un tiempo récord de tan solo diez meses. Posee una eslora de 160 metros y una manga de 25 y bodegas para 1.600 coches. Las escalas principales de la nave, que será terminada el próximo mes de julio, serán puertos de Grecia, Turquía la antigua Yugoslavia, Italia, el norte de África, España y Francia. En la botadura estuvieron presentes el presidente de Neptune Shipping, Nikos Travlos, y el del astillero vigués, Francisco González Viñas. La madrina de la ceremonia fue la esposa de Travlos. Cientos de trabajadores y el cuerpo directivo de la empresa también asistieron. El desarrollo de este proyecto ha permitido al astillero Barreras reafirmarse en una antigua tradición en la construcción de este tipo de barcos y aproximarse más al mercado de Grecia. La dirección del astillero confía en ampliar su cuota de mercado en el país heleno con nuevos proyectos. El buque ha representado cerca de 850.000 horas de trabajo, de las que unas 600.000 se vinculan a actividades del astillero, y el resto a instalaciones llave en mano. El Neptune Dynamis es el segundo buque que bota este año la firma viguesa. El primero fue el Tenerife Car, un car carrier propiedad de la naviera cántabra Flota Suardíaz, y con la que el astillero mantiene unas históricas relaciones comerciales. En la grada paralela a la del Dynamis, se ha comenzado ya con la puesta de la quilla y las primeras piezas del casco de un ferry ro-ro para una naviera española. La nave tendrá una eslora de 160 metros y 24 de manga.