Blanca Portillo lleva 20 años sobre la escena pero ha sido la televisión quien ha terminado por convertirla en una actriz popular, gracias a su participación en la serie Siete Vidas, en la que encarna el papel de la contradictoria Carlota. La fortuna no ha tenido nada que ver con los distintos reconocimientos profesionales de los que ha sido objeto la protagonista, junto con Kiti Manver y Nuria Mencía de El matrimonio de Boton. Muy por el contrario, el premio a la mejor secundaria que le ha otorgado la Unión de Actores por su trabajo en Eslavos y la candidatura al Goya a la mejor intérprete revelación son consecuencia de todos estos años de trabajo. Aunque pueda resultar chocante que una profesional de tan dilatada carrera haya sido propuesta por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas para un galardón generalmente destinado a los principiantes, Blanca explica: «El cine empezó a interesarme no hace mucho. Desde entonces he tenido la suerte de trabajar con directores muy buenos. Azucena Rodríguez me llamó para Entre rojas, Pilar Miró para El perro del hortelano y Mario Camus para El color de las nubes, por la que me designaron candidata a los Goya». Destaca también su trabajo como directora de escena. Así, adaptó a Benedetti en Pedro y el capitán y al autor de Romeo y Julieta en Shakespeare a retazos. «La poesía es la máxima expresión del lenguaje y de las emociones», afirma la actriz.