Peru Nolaskoain para cualquier dolor

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

Crecido por su excelente rendimiento en la medular, el futbolista cedido por el Athletic se presenta como recurso idóneo para frenar desde la zaga del Dépor a Stuani, máximo goleador y estrella de la categoría

14 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay asunto que Fernando Vázquez no pueda convertir en cuestión de fe. Desde sellar con el Dépor una permanencia inverosímil, a que un fichaje en la pelea por el título de Liga le allane de rebote la salvación. Lo primero está en trámite; con lo segundo, ha encontrado algún problema menor: «A Stuani aún tenía la esperanza de que lo fichara el Barcelona, pero no». La decepción del míster con la política de contrataciones culé puede generar un pequeño terremoto en el once blanquiazul. El máximo anotador de Segunda sigue enrolado en el club más rico de la categoría, y para frenarlo, bien podría haberse orquestado un plan especial. «Algo sí -admitía el entrenador de los coruñeses-. Sin deshacer nada de lo que estamos haciendo, si veo que podría dificultar el trabajo de Stuani, lo haré».

Según lo ensayado esta semana, quizá la empresa no requiera ningún retoque en cuanto a la disposición sobre el césped, manteniendo el 5-2-3. La alteración se reflejaría en la ubicación de una pieza fundamental: Peru Nolaskoain. El punta uruguayo del Girona acumula 20 goles este curso, pero tiene además la virtud de atacar magistralmente cualquier balón colgado en las inmediaciones del área rival. Contrarrestarlo requerirá la marca de un especialista en este tipo de duelos y en la plantilla coruñesa destaca el jugador cedido por el Athletic. Roza el 60% de éxito en las disputas por alto y supera en centímetros y ejecución a Michele Somma, actual cierre de la zaga.

El vasco ha trabajado como central en varios de los ejercicios destinados a preparar el choque con el conjunto catalán. Normalmente, dentro de una defensa reducida a cuatro. Aunque es improbable que la línea adelgace en una de las citas más exigentes de las que ha afrontado el equipo, Vázquez tiene en mente una progresión: «Soy consciente de que tenemos que evolucionar, porque pienso que tengo jugadores importantes que creo que deberían jugar. El equipo tendrá que amoldarse para que jueguen los mejores. El momento lo tendré que decidir yo».

Si Nolaskoain da un paso atrás, asumiendo un rol para el que su entrenador lo considera óptimo, por contundencia y dotes para la salida de balón, la duda se trasladaría a la medular. Gaku precisaría de un nuevo acompañante. Descartado Uche por la falta de ritmo exhibida en Albacete, quedarían Bergantiños y Vicente. El coruñés ya sostuvo la medular cuando al técnico se le agotó la paciencia con el mediocentro nigeriano en el Carlos Belmonte; para el canario, la misión tendría un importante punto reivindicativo. Fracasó en ella en Son Moix.

Entonces, José Luis Martí decidió entregarle la responsabilidad de sostener al equipo en su eje, y allí desapareció, consumido por Idrissu Baba. El entrenador que perpetró aquel fiasco ocupará en Riazor el banquillo visitante, y a Vicente se le abriría la oportunidad de seguir enjugando aquel borrón. Lo estaba logrando a las órdenes de Luis César, erigido en lo poco salvable de la nefasta serie de partidos sin triunfo, pero en el 2020 aún no ha sido titular. Le avala además su capacidad para retener el cuero en fase ofensiva. Aspecto importante si se atiende a otra de las reflexiones que dejó Fernando Vázquez en su última rueda de prensa: «Recibimos un equipo que el año pasado estaba en Primera. Quizá sea de los mejores de Segunda en presión tras pérdida».

Las virtudes del Girona podrían forzar algún otro cambio en la alineación coruñesa, aunque ya concentrado en el carril. Salva Ruiz está recuperado, y con el lateral disponible resulta innecesaria la reubicación de Mollejo, quien pasaría al banquillo o a ocupar un puesto más natural, desplazando a Çolak o Aketxe.

El último retoque se produciría en punta, fruto también de una reaparición. Sabin Merino ha superado sus problemas musculares y se encuentra en condiciones de pelear por prorrogar su fenomenal racha de cuatro duelos consecutivos con gol. Discute el puesto de referente ofensivo con un Koné reforzado por su tanto en Alcorcón. «No llevaría a un jugador si no tengo plena confianza de que puede jugar 90 minutos», aseguró el entrenador del Dépor, rechazando que la situación física vaya a tener peso en la pugna por un hueco en el once.

Independientemente de quien salte de inicio, lo obvio es que el grupo encara el choque con unas sensaciones radicalmente distintas a las de hace un par de meses. «La gente está confiada, más segura, con la autoestima más alta. Ya no se consideran malos jugadores, porque el equipo está levantando también la estima de los futbolistas ante la opinión pública. No bailamos la muñeira todavía, pero estamos contentos porque las cosas están yendo bien», reflexionó el míster, quien no pierde de vista su mantra sobre un seguro revés: «La derrota la asumiremos con humildad y responsabilidad. Cuando llegue, que espero que no sea en esta ocasión»