Riazor, lleno hasta la bandera

TORRE DE MARATHÓN

Largas colas de aficionados agotan en unas horas las localidades y el estadio se prepara para su primer lleno en dos años, mientras Borja Valle avisa: «Va a estar a reventar»

18 jun 2019 . Actualizado a las 00:22 h.

El Deportivo contará con toda su fuerza para el partido del jueves (21.00 horas, televisado por Movistar Partidazo) en Riazor. El fenomenal ambiente del pasado miércoles en el estadio, cuando la hinchada llevó en volandas a su equipo hacia la remontada contra el Málaga, tendrá continuidad y hasta se potenciará todavía más esta vez para recibir al Mallorca. Nadie se quiere perder el penúltimo escalón de este equipo hacia el retorno a Primera División. Largas filas de aficionados desfilaron desde primera hora de la mañana por las taquillas que el club dispone en el estadio y en las deportiendas en busca de entradas para llenar los pulmones, los ánimos y el corazón de sus jugadores. Al cierre de la jornada, las entradas se habían agotado para todas las gradas y el estadio prevé un lleno absoluto.  

Todo indica que la cifra de 24.140 espectadores del Dépor-Málaga, mejor entrada de la temporada, se verá rebasada pasado mañana por un estadio a reventar. Para un aforo de 32.660 espectadores, Riazor ya cuelga a falta de tres días el cartel de no hay billetes, un hecho casi inédito en los últimos cinco años del club que da una idea del espléndido aspecto que el campo presentará y de las ganas de ascenso que salpican todas las conversaciones en A Coruña.

Hace algo más de dos años que el Deportivo rozó el lleno en Riazor durante el derbi de marzo del 2017. Era el arranque de la etapa de Mel en el banquillo y el equipo coruñés venía de ganar en El Molinón y hasta al Barça. En el segundo partido consecutivo como local, casi 31.000 espectadores (30.809) se dieron cita en el estadio, pero Aspas dio el triunfo al Celta con el primer gol que marcaba al eterno rival.

Para el partido de este jueves, los 23.491 socios del Dépor pueden hacer uso de su carné anual para acceder al estadio. No solo hubo largas esperas delante de las taquillas. El aluvión de aficionados a la caza y captura de localidades para el choque llegó a colapsar la venta por Internet, que no se restableció hasta la media tarde.

El propio vestuario reconoce que una de las claves del doble enfrentamiento contra el Mallorca volverá a radicar en el masivo apoyo de la afición. «Nosotros jugamos en casa, delante de 30.000 personas y con nuestra afición arropándonos, lo hemos visto en la anterior eliminatoria contra el Málaga. Es importante estar todos unidos y todos ir a una. El otro día en la segunda parte cuando este Dépor sale, remonta y consigue lo que consigue no es solo por los jugadores, es un conjunto de todo. Va a ser vital en esta eliminatoria estar todos juntos. No tenemos duda de que el campo va a estar a reventar. Al final juega la ilusión y la ambición de querer conseguir todo esto», afirmó Borja Valle, que sueña con dejar sentenciado el ascenso a Primera en un Riazor abarrotado.

Se esperan unos 200 seguidores visitantes

Si en A Coruña se ha desatado la locura para conseguir entradas para el partido del jueves, en Palma no se puede decir mucho menos de cara al choque de vuelta del domingo, pese a que el Mallorca obliga a que todos sus socios pasen por taquilla para acceder al estadio en este decisivo encuentro. Los dos clubes se van a intercambiar 650 entradas en esta eliminatoria. Sin embargo, para el choque de Riazor no se espera más que unos 200 aficionados del cuadro bermellón viajen para apoyar a su equipo. La federación de peñas del club balear ha fletado un vuelo chárter que partirá desde la isla y para el que ya tiene comprometidas más de 150 plazas. Además, se da por hecho que en Riazor habrá representantes de una peña radicada en Barcelona que acude asiduamente a los desplazamientos de su equipo.

No obstante, ni la larga distancia entre A Coruña y Palma, ni las dificultades para encontrar un modo razonable de desplazarse de una a otra ciudad, ni el hecho de que el partido se dispute en día laborable, ni que la resolución de la eliminatoria se decida en Son Moix juegan a favor de un desplazamiento masivo de aficionados del conjunto balear.

De cara al choque del domingo, los abonados del club, que ya tuvieron que pasar por taquilla en las semifinales contra el Albacete, de nuevo deben comprar su entrada a unos precios que oscilan entre los 5 y los 12 euros. Para el público en general, la localidad más barata cuesta 20 euros y las más cara llega a los 45.

Son Moix presenta habitualmente varias lonas en sus gradas, pero para este encuentro el club anunció que pretende abrir la mayor parte, incluida la de Sol Alta. Solo el fondo sur permanecerá de momento cerrado. Además, el Mallorca dio hasta mañana a sus abonados para reservar su asiento. Si no lo hacen, la localidad de que han dispuesto hasta ahora quedaría liberada.