Ganar al campeón o descender

TORRE DE MARATHÓN

Kai Försterling | Efe

La victoria del Levante ante el Sevilla merma aún más las escasísimas opciones de permanencia del Deportivo, que estará matemáticamente en Segunda si no vence mañana al Barça en Riazor

28 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Mientras haya opciones». El mantra que ayer le tocó defender a Borges en sala de prensa tiene por fin sus horas contadas salvo que la racha de milagros arranque con una victoria en casa sobre el virtual campeón de Liga. La remota opción del Levante se esfumó ayer casi por completo con el triunfo del conjunto valenciano sobre el fantasma del Sevilla, que sigue penando por la Liga en busca de plaza en competiciones europeas después de haberse quedado sin título copero.

El conjunto de Montella salió al encuentro contra los granotas como había salido al de Riazor: con varios suplentes habituales integrando el once. La diferencia la marcó el equipo local: al contrario que el Dépor, supo aprovechar la circunstancia para cerrar el partido con una nueva fiesta en vestuarios, escena ya habitual en este conjunto que dirige con extraordinario acierto Paco López. Seis victorias y un empate acumula el técnico desde que se puso al frente del Levante hace ocho jornadas. Entonces estaba solo dos puntos por delante del equipo que ya entrenaba Clarence Seedorf. Ahora son ya doce de distancia, a los que añadir la abismal diferencia de goles en el cómputo general (-17). Ninguna opción queda ya por ese lado para los coruñeses, que habían sostenido su fe en el milagro de la salvación en una inverosímil serie de pinchazos de la escuadra del Ciutat de Valencia. Morales, autor ayer de otro inmenso encuentro, con asistencia y gol, se encargó de cerrar esa vía que solo Carlos Fernández ?el delantero del filial que ya fue titular en A Coruña? trató de mantener abierta. Ni siquiera hizo falta que quienes aún tenían una mínima ilusión esperaran al descuento para perderla.

Toca ahora buscar nuevos frentes para eludir otro récord negativo, evitando convertir la actual temporada en la primera con tres equipos descendidos a falta de cuatro jornadas.

Si pretende no sumarse todavía al Málaga y al Las Palmas, el Deportivo necesita vencer mañana al Barcelona, que podría incluso arrancar el choque como campeón liguero, y esperar que hoy le acompañe algo de suerte en otros campos. Perdido ya de vista el Levante, quedan a tiro de quimera el Espanyol, el Leganés y el Athletic. Los primeros se esfumarían con una victoria en casa ante el conjunto de Paco Jémez, ya en Segunda. Madrileños y vascos tienen compromisos mucho más difíciles, así que es probable que aún haya matemáticas a las que agarrarse cuando el líder se mida al antepenúltimo en Riazor.