A partir del miércoles la previsión da muestras de mucha incertidumbre. El anticiclón mantendrá una dinámica cambiante y todo dependerá de la posición que ocupe el anticiclón. El modelo europeo, por ejemplo, predice que a finales de la semana que viene podría formarse una borrasca que se va a situar prácticamente encima de la Península. Si esto ocurriese se formaría un corredor de aire frío y húmedo que permitiría que lloviese, pero incluso que las precipitaciones fuesen de nieve en las zonas más altas.