El apellido que da brillo a Catoira

Rosa Estévez
Rosa Estévez CATOIRA / LA VOZ

TELEVISIÓN

Los vecinos aplauden la proyección que la serie está dando a la tierra natal de sus tres protagonistas

21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Manolón es un hombre alto y fuerte. Tan alto y tan fuerte que cada año, cuando llega el mes de agosto, es elegido para interpretar a uno de los líderes del ejército vikingo que intenta doblegar las Torres de Oeste, en Catoira. Manolón, que en realidad se llama Manuel Carballeda, no se ha perdido ni un minuto de los dos capítulos emitidos de El final del camino, la serie producida por Voz Audiovisual en la que se recrea la época en la que se empezó a construir la catedral de Santiago. En esa historia, Catoira tiene reservado un lugar de honor: ese rincón de la costa arousana fue el elegido por los guionistas como lugar de nacimiento de los tres hermanos protagonistas de la historia: Gonzalo, Pedro y Esteban. Gracias a ellos, el nombre de Catoira suena una y otra vez en miles de hogares españoles y en horario de máxima audiencia.

«Para Catoira vai ser moi bo que se fale tanto dela; vaille dar prestixio», reflexiona Manolón. «Esta é unha parte moi interesante da nosa historia, e a min gústame coñecela. Aínda que non saian viquingos», dice con buen humor el rey de los sanguinarios hombres del Norte. Alberto García, el alcalde de esta pequeña localidad arousana, coge aquí el hilo de la narración. «Catoira sufriu os ataques dos viquingos, pero tamén os dos sarracenos. Están ben documentados», señala el regidor. Él también está encantado con la proyección que la serie está dando a su localidad. Tras el primer capítulo recibió un sinfín de llamadas de todos los rincones de España para comentar las aventuras de los hermanos Catoira. «E estes días, en Fitur, con calquera persoa coa que falases sacaba o tema da serie», remata. Gracias a El final del Camino, mucha gente está descubriendo que la tierra de las Torres de Oeste tiene mucha más historia que las incursiones vikingas. Estas, indudablemente, le han dado nombre a la localidad. «Traballamos moito para iso», recuerda el alcalde, que ha logrado introducir a Catoira en varios itinerarios vikingos europeos.

La proyección del desembarco de los normandos es el estandarte cultural y turístico de esta localidad arousana. Un fenómeno que deja buenos beneficios en establecimientos hosteleros como la casa rural Os Migueliños. Berta Loureiro, la responsable de este negocio, también está encantada con la proyección que El final del Camino está dando a Catoira. «Cando foi do primeiro capítulo, chamoume moita xente para preguntar se se rodara por aquí e moitos clientes que xa estiveran antes para comentar a serie», cuenta. Así que espera que esta inmejorable campaña promocional tenga repercusiones contantes y sonantes en la economía local. A fin de cuentas «sempre sona máis o nome da vila».

Que el nombre de Catoira se asocie a los orígenes de Compostela es una forma de hacer justicia a una localidad que en el medievo se convirtió en llave y sello de Galicia, ya que contra ella se estrellaban los ataques de vikingos sanguinarios y de sarracenos ansiosos por acabar con la tumba del Apóstol. Quizás no fuesen los almorávides de Yusuf de los que habla El final del Camino, pero seguro que traían las mismas ganas de guerra, la misma sed de sangre.