IÑAKI Gabilondo ha cumplido tres meses al frente de Noticias 2 de Cuatro. Creo que lo que le condiciona es que haya rechazado el prompter o autocue . ?No sé cómo lo logra. Debo reconocer que ese aparatito me resulta imprescindible. En mi cadena los presentadores movemos el prompter con nuestro propio pie. Un pequeño pedal nos sirve para hacer subir las letras y leer las noticias a nuestro ritmo. Las palabras, a través de un juego de espejos, se hacen invisibles al espectador y son de gran tamaño, de tal forma que cada línea incluye sólo cuatro o cinco palabras y no necesitas mover los ojos para leer. Basta con mirar de vez en cuando el papel para parecer natural. Sólo en ocasiones tu gran aliado te traiciona y por eso es necesario entrar en el plató con una copia del guión impresa en papel. El autocue puede estropearse y te quedas sin capacidad de reacción; puede hacer que una letra se separe de su palabra y tengas que leer un resultado futbolístico imposible -José María Carrascal dijo «Atlétic 0 - Sasuna 1»-; o puede incluso repetir la misma línea tres veces -mi compañera Lydia Balenciaga pensó que la frase no terminaba cuando fue leyendo «hoy el ministro turco ha visitado Bruselas, mientras que el ministro turco ha visitado Bruselas y el ministro turco ha visitado Bruselas...»-. Pero eso son excepciones. Generalmente el prompter te permite no tener que memorizar, ahorrar tiempo y ser más escueto y directo en tus intervenciones. Gabilondo ha preferido retener en su memoria todo el contenido del informativo y hablarle a la cámara con un estilo personal. Sin espejos, sólo con unas notas en papel. Por eso, y por otros muchos motivos profesionales, le admiro.