«He tratado de hacer siempre lo que me ha dado la gana»

Víctor Omgbá A CORUÑA

TELEVISIÓN

XOSÉ CASTRO

La Brisa de la Vida, que ya se representó en Vigo, ha conseguido un rotundo éxito en toda la geografía española y se representa en A Coruña hoy y mañana

02 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Amparo Rivelles se inició en el mundo del espectáculo con sólo trece años. Desde entonces, su carrera ha sido imparable y ha participado en largometrajes como Mister Arkadin , de Orson Welles (1955) o Soldados de plomo (1983). En el 2001, con la representación de la obra Paseando a Miss Daisy , Amparo Rivelles encarnó a Jessica Tandy, la señora de armas tomar que no quería chófer. Hoy y mañana, actuará junto a Nuria Espert en el Rosalía de Castro, de A Coruña, representando en La brisa de la vida a la amante de un hombre por el que las dos se pelean. -¿Cómo se enfrentará al encuentro con el público de A Coruña? -Estoy muy tranquila, porque sé que es una obra espléndida y que tiene todos los ingredientes para gustar. Seguimos con la buena racha desde que se estrenó en Avilés. -¿Con qué se va a encontrar el espectador en «La brisa de la vida»? -Intentaré dar lo mejor de mí misma. Siempre lo he hecho, siempre doy lo mejor que tengo. El público es cariñoso y creo que lo merece. -¿Quién es Amparo Rivelles en la obra dirigida por Lluis Pasqual? -Yo soy la amante, una mujer mayor, segura, libre, retirada en la isla de Wight, que destacó en su juventud por su defensa de los derechos civiles y participó en la corriente hippie . Una liberal, vamos. -Una mujer a contracorriente, como usted lo fue en su día. -Pues sí, yo he tratado de hacer siempre lo que me ha dado la gana, aunque, claro, no siempre he podido conseguirlo. -¿Es la primera vez que actúa junto con Nuria Espert? -Sí. Es la primera vez que ocurre. Es estupendo. Nos ayudamos, cada una está pendiente de la otra. Hay un grado de compenetración y de comunicación profunda entre nosotras. Nuria es una gran actriz. ­-A lo largo de la obra, las dos tratan de herirse mutuamente, lo cual les lleva a confesar cosas que nunca contaron a nadie. -No es exactamente eso. No nos enfrentamos en todo. Ni existe una guerra absoluta entre nosotras. -¿Cómo se consigue captar la atención del público en una pieza teatral que el director ha definido como obra sin estructura, sin nudo ni desenlace? -La tensión se mantiene desde el principio, ya que el público va buscando quién es la otra mujer, es decir, la amante.