Fernando León de Aranoa se explica

TELEVISIÓN

Un libro repasa la obra y la biografía del autor de «Los lunes al sol»

21 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

No es frecuente, y menos en España, que se escriba un libro sobre un director de cine de 34 años y con sólo tres largometrajes estrenados. Pero tampoco lo es que un autor concite el aplauso unánime de crítica y público creando un lenguaje propio absolutamente original, como ha hecho Fernando León de Aranoa (Madrid, 1968), reciente ganador del premio Goya como mejor director por Los lunes al sol. El cine de Fernando León de Aranoa. Hipótesis de realidad, editado por la Uned y la Consejería de Cultura de Melilla, no sólo disecciona toda la obra del cineasta, incluyendo su exitosa carrera como guionista, sino que se adentra en la personalidad y la biografía del autor. Y lo hace de la mejor manera posible, dejando que sea el propio León de Aranoa el que hable. Los autores Paula Ponga, Miguel Ángel Martín y Casimiro Torreiro dan rienda suelta a un artista habitualmente parco en palabras pero que en esta ocasión se explaya de manera torrencial para explicar su obra y su vida. Primeros trabajos Nos enteramos así de que el adolescente León de Aranoa no pensó nunca en dedicarse al cine. Lector compulsivo de cómics, Fernando dispone de un talento natural para el dibujo y hacia ese campo encaminó sus primeros pasos artísticos. Por aquel entonces no le gustaba nada Tintín y adoraba a Astérix. Y antes que al pequeño héroe francés a Mortadelo y Filemón. En el libro pueden observarse muestras de esos primeros dibujos del cineasta que poco después le permitirían entrar a trabajar durante cuatro años en una agencia de publicidad. Con 18 años dibujaba desde las 3 a las 11 de la noche ilustrando campañas publicitarias. Años después vino su primer acercamiento al cine, a través del guión. Un curso en el que sus profesores fueron Joaquín Oristrell, Lola Salvador y Manolo Matji le sirvió de base para los guiones que luego escribiría en programas de televisión como Objetivo indiscreto, Turno de oficio e incluso Un, dos, tres o ese engendro navideño de TVE llamado Telepasión. En colaboración con Carlos Asorey escribiría ya guiones de éxito como Cha, cha, cha, La gran vida o Por fin solos. Como director, al margen de los primeros balbuceos universitarios, su primer cortometraje fue Sirenas, de 1994 («una historia sobre los paraísos propios y los ajenos» en palabras del autor). Luego vendrían ya Familia (1996), su primera gran obra, Barrio (1998) que supuso el reconocimiento de crítica y público, y la apoteosis de Los lunes al sol (2002). Entre medias, otros proyectos como Caminantes (2001), un documental sobre la marcha zapatista del Subcomandante Marcos, o Primarias (1998) en la que siguió por toda España a Josep Borrell en su enfrentamiento con Joaquín Almunia por el liderazgo del PSOE. En el 2001 escribió también el guión de Fausto 5.0, un proyecto del grupo teatral La Fura dels Baus. Una trayectoria inclasificable, pero con un nexo común: el alejamiento de lo establecido unido a una radicalidad crítica.