El éxito de un programa con drama, emoción y música a partes iguales

La Voz

TELEVISIÓN

El éxito de Operación triunfo se explica, según los técnicos, en todo lo que aporta: un poco de drama, ya que el público se va haciendo con la historia, penas y alegrías de los concursantes, que no cambian; emoción, porque las expulsiones suponen una novedad semanal y se prestan a hacer quinielas familiares; y música, además muy conocida, que el público puede identificar, seguir y evaluar sin dificultad.

29 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

A eso hay que sumar aciertos importantes en el capítulo de programación, como alargar el espacio para recoger toda la audiencia de la madrugada, que tiene muy pocas alternativas. O aprovechar los bloques de anuncios que pone la competencia tras sus noticiarios nocturnos para colar el resumen en La 2. O el bloque compacto de varias actuaciones, con no muchos cortes, lo que sin duda es de agradecer. Con los últimos programas, aparece la emoción de saber quién ganará, algo que depende de los espectadores. Un lunes de infarto. ¿Quién pasará a la final? ¿Bustamante o Nuria? Eso se sabrá el lunes día 4, cuando la audiencia vote a favor de uno de los dos. Este se sumará a Chenoa, David Bisbal, Rosa, Manu Tenorio y Verónica, que ya se quedan, por lo menos, hasta el 11. Ese día, de los seis, el público tendrá que elegir a los tres finalistas, dejando a otros tantos concursantes en la calle. Carrera segura. Los tres finalistas tendrán una carrera asegurada, porque el sello Vale Music se encargará de que graben sus propios discos y, por supuesto, los promocionará. Pero queda por saber quién de los tres representará a España en Eurovisión, que realmente es el premio del concurso. Por ahora TVE no ha desvelado el proceso para nombrar a un ganador, ni cómo participarán los espectadores.