Las guapas también saben tocar

ÁNGEL VARELA A CORUÑA

TELEVISIÓN

Susana Seivane presentó su segundo disco arropada por una imagen que rompe moldes en el folk gallego El gaiteiro de callos en las manos y copa de orujo en el buche parece haber pasado a mejor vida. Susana Seivane es la prueba de que el folk, además de música, tiene una imagen de siglo XXI. Eso, por lo menos, es lo que intenta demostrar la gaiteira coruñesa con su segundo disco, «Alma de buxo». Dos años después de su exitoso debú discográfico, Seivane profundiza en la senda que la ha colocado dentro de un grupo de músicos jóvenes surgidos en la mitad de los noventa como Budiño, Mercedes Peón o Cristina Pato.

04 sep 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Después de pasar una infancia entre los olores a madera y los sonidos de los roncones en el taller de instrumentos familiar en Cambre (A Coruña), y de una adolescencia entre grupos de gaitas, Susana ha pasado a ser una de las puntas de lanza del folk gallego. Alma de Buxo es el segundo álbum de la gaitera Susana Seivane, que sale a la venta el 24 de este mes después de dos años de silencio, tras su primer álbum homónimo. Rodrigo Romaní Alma de Buxo es un álbum en el que Susana Seivane ha contado con la colaboración de personas como Rodrigo Ramoní, ex-componente de Milladoiro ahora en solitario, con el que asegura que le une «la misma filosofía de trabajo, con calma, sin presiones y haciéndolo lo mejor posible», afirmó ayer durante el acto celebrado en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), y en donde Susana se marcó perlas dialécticas como «la gaita es una parte más de mi cuerpo». Además, ha colaborado en dos de sus canciones, en la rumba La tierra de Trasancos y en Roseiras de abril, Kepa Junquera, colaboración que Seivane considera «muy especial». Pero para Susana Seivane, es sin duda la colaboración «más especial y más sentimental» la que hizo con su abuelo Xosé Manuel Seivane, ya que toca dos muiñeiras que compuso él, y en las que asegura que «queda reflejada la transmisión de generación en generación que hay en Galicia». Susana no sólo ha tocado en este disco la gaita, sino que se ha atrevido a cantar en uno de los temas (Roseiras de abril), lo que según ella «supone un reto muy importante para mí porque es una canción muy difícil. Pero nadie -bromeó- se va a encontrar con una Montserrat Caballé». Susana Seivane compara sus dos discos y afirma que «tienen la misma esencia, que huele a Galicia, es una forma de hacer música que he descubierto y que además es coherente con Galicia». Pero es en este Alma de Buxo en el que más se involucra la gaitera, ya que según dijo «elegí yo los temas y fui quién arregló las canciones», mientras que en el primero fue Rodrigo Romaní su mentor musical y el que había llevado todo el peso de la realización del álbum. Seivane añade además que «los dos discos siguen una misma línea aunque hay un cambio que viene dado por una evolución natural, es decir, no me propuse evolucionar, es un paso más que he dado en mi carrera». Viaje a Estados Unidos Susana Seivane, que con el primer disco actuó en Italia, Francia, Inglaterra y diversas ciudades de España, viajará con su gaita por Estados Unidos en los meses de septiembre y octubre.