«Trato de reinventarme en cada proyecto»

Javier Armesto Andrés
JAVIER ARMESTO A CORUÑA

TELEVISIÓN

XOSÉ CASTRO

Jean Nouvel, arquitecto francés que opta al concurso del Palacio de Congresos de A Coruña Jean Nouvel es más que un arquitecto: Comendador de las artes y las letras de Francia, número uno en su oposición a la entrada en la famosa Ecòle des Beaux Arts, ensayista, filósofo, poeta... Esta semana visitó Galicia para defender su proyecto para el Palacio de Congresos de A Coruña. El concurso aún no se ha fallado, pero los ciudadanos ya han emitido su veredicto: prefieren a Nouvel, como lo demuestra la expectación levantada tanto en la Estación Marítima, donde se exhibe su maqueta, como en la conferencia que ofreció durante su estancia. Su secreto es no repetirse. «Trato de reinventarme en cada proyecto», dice.

10 jun 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Nouvel (Fumel, 1945) se ha arriesgado en A Coruña con un edificio industrial para el nuevo Palacio de Congresos. -¿Cuál es la principal virtud de su proyecto? -La base principal es el hecho de que el terreno del puerto no es un terreno cualquiera, forma parte de la ciudad. Yo no quiero que el proyecto sea algo aparte, no quiero cosas sueltas, deben integrarse en la poética del puerto. -Usted ha planteado el edificio como un puerto de mercancías, con esos contenedores, pero la zona en la que está era el antiguo muelle pesquero de la ciudad. -Tú ves A Coruña como tú la vives, y yo la veo como alguien que llega de fuera y veo lo que veo. En estos momentos hay en el puerto cinco barcos militares, un trasatlántico, una gran grúa amarilla que lleva cosas de un lado para otro, hay silos que son mucho más grandes que mi propio edificio, hay naves grandes grises; tú eso ya no lo ves. Vuestro puerto ya no es sólo pesquero, es industrial, y desde mi habitación del hotel se ve perfectamente. -¿A qué quería que se pareciera su edificio? -En el fondo es como una fábrica, es decir, es como una máquina portuaria, no como un edificio común con forjados y ventanas. Es como la vida en el propio puerto, el edificio va a cambiar según haga buen tiempo, llueva, truene o sople el viento, de ahí la importancia de la movilidad. -¿Cómo es posible hacer una obra de esta envergadura visitando la ciudad sólo una vez? -La primera vez que vine estuve poco tiempo, pero he tenido la ayuda de mucha gente que ha trabajado en el proyecto. Además estuve hablando con gente de aquí para conocer cómo era la ciudad y sus características. Llevo 35 años trabajando en esto y en estos momentos estoy con quince proyectos, y creo que sé, más o menos, cómo se puede abordar una situación como esta. -¿Qué le parece la arquitectura de A Coruña? -Me gustó mucho el hecho de que exista un límite entre el puerto y la ciudad, y que ese límite sea muy lineal. Me gustó la vista de las galerías tan blancas y la unión entre esta parte de la ciudad y la otra cara mediante calles muy estrechas que cruzan de un lado a otro; es magnífica y única este tipo de geografía. Son calles transversales que tienen mucha vida. -¿Conocía usted Galicia? -Sí, había estado antes para el proyecto de la Ciudad de la Cultura de Santiago, fui uno de los invitados al concurso. -Aquí hay ahora un debate sobre lo que denominamos «feísmo». ¿Qué le parece? -El objetivo de hoy en día de una buena arquitectura, si es que existe, tendría que ser edificios que estén en armonía con su entorno. Es muy importante el lugar, la situación. Yo hago un edificio para el lugar donde se va a ubicar, no puedo coger un edificio de otra ciudad y colocarlo aquí.