España impone a su flota la veda para proteger delfines decidida por Francia
PESCA Y MARISQUEO

El sector la rechaza, pero desde el lunes deberá dejar de pescar durante un mes en caladeros comunitarios de jurisdicción gala
19 ene 2024 . Actualizado a las 04:47 h.A raíz de denuncias de oenegés ecologistas que en el 2019 espolearon a la Comisión Europea, y obligada el 23 de diciembre por su Consejo de Estado, Francia ordenó ayer el cierre de sus aguas territoriales atlánticas, 200 millas mar adentro, a barcos de cualquier país que faenen con redes de arrastre pelágico, arrastre de fondo a la pareja, volanta, cerco o trasmallo. Una veda para proteger delfines de la pesca accidental que comienza el lunes 22 y se extenderá hasta el 20 de febrero. Dispuesta a acatarla, España la sometió a consulta el viernes y recibe alegaciones hasta hoy. «La voluntad de la flota afectada es continuar faenando», responde la patronal Cepesca.
Aun así, volanteros de Gran Sol, cerqueros, arrastreros a la pareja y trasmalleros de Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco deberán abandonar el lunes los caladeros comunitarios de las zonas 8a, b y d. Pese al rechazo del sector, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación opta por aceptar la medida de urgencia de Francia porque la respalda la Comisión.
Cepesca se pronuncia en nombre de unos 41 barcos españoles, los directamente afectados, según Pesca. Dirigentes del sector francés dicen que unos 500 barcos del país dejarán de faenar.
Los pescadores españoles se rebelan porque, igual que los de Francia, los Países Bajos, Bélgica, Portugal o Alemania, denuncian que el Gobierno galo aplica esta medida de urgencia vulnerando normas comunitarias. Cepesca y la Asociación Europea de Organizaciones de Productores de Pescado (Eapo) alegan que se salta el procedimiento y los plazos en las preceptivas consultas a la Comisión, a los países y a dos consejos consultivos implicados, el del Sur y el de Pelágicos, que representan a flota, oenegés y Ejecutivos nacionales, entre otros.
Francia afirma haber preguntado a la Comisión, que le habría dado el visto bueno, y a los países el pasado día 3, y el 8 a los dos órganos consultivos.
Eapo advierte al Ejecutivo comunitario y al consejo Sur de que el período mínimo de consulta es un mes. Aun así, Francia cierra sus aguas atlánticas 12 y 18 días antes de que otras partes puedan pronunciarse.
Los consejos Sur y Pelágicos no se consideran formalmente consultados. Se lo dirán a la Comisión, que esperará hasta el 8 de febrero una nueva propuesta de medidas de España, Francia, Portugal, los Países Bajos y Bélgica. La reclama después de que el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en inglés) y, basándose en su dictamen, el Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca (STEFC), no considerasen suficientes los disuasores acústicos (pingers) y el control de capturas involuntarias de delfines con observadores o cámaras de vídeo.
Tampoco se lo parecen al Consejo de Estado francés, que anuló la decisión del Gobierno galo, decidido a librar de la veda a barcos equipados con esos medios.
Cepesca cree que la flota nacional «debe seguir ejerciendo su actividad habitual». Si puede desplazarse a otros caladeros, pide la opción de que la veda sea voluntaria. «Si nos viésemos obligados a paralizar la flota», solicita compensaciones como la francesa, el 80 % de la facturación media de tres años.
La Comisión exige «medidas nacionales apropiadas»
Denuncias de una veintena de oenegés ecologistas llevaron a la Comisión Europea a exigir a Francia y a España medidas para reducir la mortandad de delfines en el golfo de Vizcaya. Por los que varan en las costas atlánticas francesas, científicos del ICES estiman que al año perecerían alrededor de 9.400, el 1,4 % de los 634.286 que habría en el Atlántico nororiental. El doble de los 4.927 que, según los científicos, garantizarían «la viabilidad a largo a plazo y el buen estado de conservación» de esos cetáceos.
Que no es la pesca la única causa de mortandad lo acredita la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma). De los más de 500 varados en Galicia el año pasado, «máis do 40 % presentaban indicios de morte por captura accidental en faenas pesqueiras». Dicho de otro modo, seis de cada diez fallecerían por otras razones.
Tras obligar a los pescadores a usar disuasores acústicos y a registrar con observadores los delfines tocados por sus aparejos, la Comisión reclama ahora «medidas nacionales apropiadas» entre enero y abril de este año. Francia ya ha decidido cuándo para su flota. Sin un mandato expreso de la Comisión, el resto de países tendrían competencia sobre las suyas. España las ejerce obligándola a cumplir la veda decidida unilateralmente por Francia.