Dice la ministra María Jesús Montero que la normativa europea no permite rebajar en España el IVA del pescado y la carne. Otra falacia, como la de que no se podría reducir el de la electricidad.
La Comisión Europea, en respuesta al eurodiputado Millán Mon sobre ese impuesto a los productos del mar, afirma que los Estados «conservan un cierto margen de maniobra en lo que respecta a la fijación de los tipos, siempre que se respete el principio de neutralidad del IVA». No solo eso, sino que la directiva comunitaria «permite a los Estados aplicar tipos reducidos del IVA a los productos alimenticios destinados al consumo humano y animal, a los animales vivos, a las semillas, a la plantas y a los ingredientes utilizados normalmente en la preparación de productos alimenticios». Los productos del mar recaen claramente dentro de esta categoría.
Desde la pasada primavera rige una nueva directiva comunitaria sobre el IVA. Según la orientación general, los Estados tienen la posibilidad de aplicar un tipo del 0 % a las entregas de bienes y servicios que se considere que cubren necesidades básicas, como los productos alimenticios. O sea, la decisión de aplicar tipos reducidos sigue quedando a discreción de cada Estado, permitiéndoles «aplicar una exención con derecho a deducción a los productos alimenticios, incluidos los alimentos marinos».
También a preguntas de Millán Mon sobre el apoyo a la pesca, la acuicultura y el sector de la transformación ante la crisis de precios, y en concreto, sobre la supresión del IVA, Virginijus Sinkivicius, comisario de Pesca, respondió en mayo que «las nuevas normas sobre los tipos del IVA permiten a los Estados aplicar una exención con derecho a deducción a los productos alimenticios, incluidos los alimentos marinos».
Con todo el respeto, señora Montero, o se quedó en el pasado o miente. Dejen de liar el palangre y, por coherencia con este sector al que calificaron de esencial en la pandemia, pónganse desde el Gobierno a la altura de lo que les demandan las ocho organizaciones de la cadena mar-industria y rebajen el IVA de los productos de la pesca y la acuicultura. Queda claro que ustedes sí pueden, pero no quieren.