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Los países endurecen las normas para pescar atún con «objetos» en el Índico

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

AZTI

Rebajan de 350 a 300 el número que se pueden usar y rebajan las capturas de rabil

01 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A la flota cerquera congeladora española no hacen más que surgirle obstáculos. Y todo a pesar de los denostados esfuerzos que está haciendo para difundir al mundo la sostenibilidad de la pesquería que realizan. Vedas en el Pacífico, nuevas limitaciones adoptadas en el Índico, normativas nacionales en ciernes... «La flota atunera europea se ve contra las cuerdas», sentencia Julio Morón, gerente de Opagac (Organización Productores Asociados Grandes Atuneros Congeladores).

El último varapalo ha sido el recibido en el marco de la IOTC (Comisión del Atún del Océano Índico), donde las medidas de protección adoptadas se han cebado con la flota del cerco y el uso de los objetos -como se conocen los dispositivos de concentración de peces (FAD, por sus siglas en inglés)- y no tanto con otras modalidades de pesca con elevada incidencia en la captura de juveniles, como es el caso de los cañeros de Maldivas, con un porcentaje del 94 % de crías sobre el total, o el enmalle a la deriva, que el 75 % de lo que atrapa son de pequeño tamaño. Y pese a eso, la propuesta de reducción de capturas de rabil o yellowfin (Thunnus albacares) es mayor para el cerco que para los que emplean otras artes de pesca.

Los atuneros creen exagerado que las medidas de gestión se ceben con el cerco Así, las partes contratantes de la IOTC acordaron recortar todavía más el número de FAD que pueden emplearse en las aguas que regula esa organización regional de pesca (ORP). De los 500 que se permitían hace dos años, se rebajó el anterior a 350. Y en la última cumbre, celebrada en Hyderabad (La India), redujeron a 300 las posibilidades de usar objetos. Dispositivos que, además, en el 2022 tendrán que ser todos biodegradables, en un intento de reducir el problema que estos elementos puedan suponer para la basura marina.

 Mayor reducción... y más control, puesto que se han adoptado medidas para estandarizar la recogida de datos sobre ellos, así como un programa de marcado y seguimiento de los mismos.

Más reducción que el resto

En cuanto a las medidas de gestión para la limitación de capturas, también el cerco sale peor parado, pues se le aplica un porcentaje de reducción mayor (del 15 % frente al 10 % de las demás artes). Por eso Morón dice que el cerco regresa de Hyderabad más regulado de lo que estaba mientras el resto de las flotas salen indemnes. Ni siquiera se dio paso alguno para imponer lo que desde el 2009 es obligación legal que, sin embargo, no se cumple: que el 5 % de la flota lleve a bordo observadores. Es una premisa que cumple el cien por cien de los atuneros comunitarios -todos llevan biólogo a bordo- y los asiáticos, ni el primero. Ni quieren hacerlo, puesto que tumbaron una propuesta de la UE para implementar un programa de observadores para mejorar la cobertura.

Madrid pretende dejar a los atuneros congeladores con el 25 % del patudo 

No solo en las ORP encuentra la flota atunera los obstáculos. La última zancadilla -todavía en preparación- lleva sello de la casa, el de la Secretaría General de Pesca, que en el proyecto de orden que prepara para limitar el volumen de capturas de patudo en el Atlántico pretende dejar a los atuneros cerqueros congeladores con el 25 % de la cuota y reservar los tres cuartos restantes a las demás flotas.

España dispone en el 2019 de unas posibilidades de pesca de la especie de 9.415,3 toneladas -de las 16.989 asignadas a la UE-. Tanto el año pasado como el anterior, el cupo se agotó por completo y si en el 2017 se pudo alargar la temporada gracias al intercambio de 1.685 toneladas con otros Estados miembros, en el 2018 la pesquería se cerró de forma anticipada, en noviembre, y se sobrepasó el cupo en 474 toneladas, cantidad que ahora tendrá que ser descontada de lo que corresponde a España. Ahora bien, según el proyecto de orden, España solicitará la flexibilidad necesaria para realizar el pago de la mitad de esa sobrepesca este año y posponer al 2020 el abono de lo que resta.

En definitiva, que la flota española dispondrá de 9.178,2 toneladas de patudo, por lo que Madrid teme que se repita la sobrepesca, a tenor de los datos del consumo ya realizado. Y como los atuneros cerqueros congeladores son los que más cuota han consumido hasta ahora y los demás aún empiezan la campaña, Pesca pretende limitar las capturas de este segmento de flota a un porcentaje del 25 %, dejando el 75 % al resto.