Esta decisión supone cortar totalmente cualquier nuevo ingreso para las 1.500 familias que viven directamente de ello
18 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los marineros de cerco entregarán mañana voluntariamente sus roles en las capitanías marítimas de sus respectivos puertos. Sin ellos, los barcos ya no podrán faenar. Y de eso se trata. De amarrar la flota. Así lo acordaron ayer los asistentes a la asamblea convocada por la asociación de armadores de cerco de Galicia (Acerga) en Portosín para decidir qué hacían tras quedarse apenas sin especies que pescar. Y acordaron parar, a modo de protesta, aunque ello suponga cortar totalmente cualquier nuevo ingreso para las 1.500 familias que viven directamente del cerco.
Andrés García, representante de Acerga, explicó que la decisión es dura, pero inevitable «ante a falta de viabilidade económica de seguir traballando así».
La ira del sector se desató la pasada semana cuando la Secretaría General de Pesca comunicó que cerraba el caladero al sur de Fisterra a la pesquería del jurel por el agotamiento de la cuota para este año y el 10 % adicional que anticipó del tope previsto para el 2016. Ese cierre significa que el cerco se queda casi sin especies que pescar. Solo le quedan algo de xarda y seis mil kilos de sardina por barco a la semana y con esa cantidad «non se pode vivir», denuncian.
Andrés García avanzó que la flota de Acerga permanecerá amarrada «ata que isto se arregle». La semana pasada solicitaron una reunión con la Secretaría General de Pesca, pero ni siquiera han obtenido contestación todavía. De la Administración aguardan una solución al menos temporal para acabar el año, que podría pasar por el intercambio de cuota de jurel. Aunque eso no será suficiente, porque Acerga denuncia que se ha demostrado que el reparto de cupos «non é viable» y está mal hecho, por eso demandan que se cambie.
La asociación no se va a quedar de brazos cruzados aguardando a que alguien de Madrid llame por teléfono para concertar una cita. «Non imos estar quietos, non», avanzó García. En este sentido, el sector preparará seguramente nuevas movilizaciones en los próximos días. El viernes pasado ya protestó distribuyendo gratis sus últimos jureles (4.000 kilos) en Santiago.
Llamamiento a todo el sector
El cierre del caladero a la pesquería de esta especie afecta solamente a Acerga, que agrupa a 120 cerqueros gallegos. Pero fuera de esta asociación están unas treinta embarcaciones, a las que Andrés García lanza también un llamamiento para que secunden el amarre a partir de mañana para presionar a la Administración.