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Dos vigueses inventan un ancla que se pliega y monta sin herramientas

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Oscar Vázquez

Fran y Rubén Cristos, padre e hijo, son los desarrolladores de Ankerplex, ya en el mercado

16 may 2023 . Actualizado a las 18:50 h.

Ocho años desde la idea al desarrollo les ha llevado a dos vigueses Fran y Rubén Cristos, conseguir poner en el mercado con todas las garantías Ankerplex, un modelo de ancla que viene a revolucionar el sector con un producto que mejora los ya existentes. Rubén, hijo de Fran, es diseñador industrial, empleado actualmente en una fábrica chimeneas metálicas, y ha pilotado la ejecución técnica de un prototipo que ambos han ido mejorando con cientos de pruebas hasta dar con la pieza perfecta.

Fran, a punto de jubilarse tras 40 años en el sector de la seguridad y protección contra incendios, insufla al proyecto la misma pasión por el mar que profesan todos los miembros de la familia y que, de una u otra manera, han aportado su granito de arena.

Su invento no parte de cero: «Es algo que existe, en los últimos años han aparecido distintos modelos muy eficientes y se ha avanzado mucho, pero nosotros lo que hemos hecho ha sido crear un modelo dotado de simplicidad y facilidad de manejo tanto para desmontar, almacenar, guardar y desplegar en el momento en que se necesite», argumenta.

El vigués añade a la explicación sobre el artefacto que Ankerplex se basa en chapas planas que se acoplan fácilmente sin necesidad de usar ninguna herramienta. «Eso es magnífico porque en los barcos hay poco espacio y te permite tenerla guardada para cuando la necesites ocupando muy poco, más o menos, el que puede ocupar un libro», describe. Los conocimientos de Rubén como diseñador encargándose de planos y prototipos les ha permitido avanzar en el proyecto de forma autónoma, sin tener que recurrir a empresas externas. La suya es completamente familiar. Fran no se olvida de mencionar a Juana Amarelo, su mujer, que se encargó de la imagen corporativa y contenidos web; a su hija Marta, ingeniera especializada en medio ambiente que trabaja en el departamento de innovación en una multinacional y también aportó ideas; y hasta a su yerno, experto en márketing.

El pistoletazo de salida de Ankerplex, que acaban de lanzar al mercado, ha sido el inicio del proceso para patentarlo, para lo cual han amarrado los derechos nacionales e internacionales sobre el producto, ya que como el responsable de la marca apunta, «tiene más posibilidades de éxito fuera de España que en España, porque hay otra cultura de la navegación». Cristos explica que este tipo de anclas se utilizan como elemento de repuesto a bordo para uso esporádico o auxiliar. «Aquí, aunque va llegando, esa cultura aún no está tan implantada y no es por exceso de confianza, sino porque se navega de otra manera. Somos más de salir en el día, en trayectos cortos, y fuera es más frecuente hacerlas de varios días, por lo que es más probable que se necesite en algún momento», valora. El coautor de la Ankerplex la compara con la rueda de repuesto, pero con más utilidades. Recuerda que el ancla principal es obligatoria, «pero el primer motivo para llevar otra es que puedes perderla, se te engancha en una piedra y allí queda», ejemplifica. Otra razón para contar con anclajes supletorios es para estar en sitios donde se prevé viento fuerte, «para tormentas llevan hasta tres», y para limitar el movimento una vez fondeado, con una en cada extremo, para evitar choques, como ocurre a menudo en calas atestadas.

De kayak a barcos de 20 toneladas: «La piden hasta para hacer yoga en tablas de paddle surf»

El ancla viguesa con proyección internacional se fabrica en dos tipos de material —acero inoxidable o aluminio— y en siete tamaños diferentes en ambos, dependiendo el tipo de embarcación en la que se vaya a usar. «Vale desde para sujetar un kayak o un bote auxiliar, hasta para asegurar un barco de 20 toneladas», afirma. Como ejemplo de las de menor tamaño, explica, como ejemplo, que han recibido pedidos de usuarios que hacen yoga en tablas de paddle surf».

Recuerda Rubén Cristos, de 31 años, que gran parte de los usuarios de embarcaciones deportivas pasan la mayor parte de su tiempo abordo, fondeados en playas o en calas resguardadas. «El objetivo es navegar, pero también es encontrar sitios donde puedes parar y disfrutar de la estancia», valora su padre, el emprendedor de 65 años de edad, que navega desde niño. «Mi mujer y yo competimos en regatas desde que éramos novios y mis hijos navegan desde que nacieron», repasa.

Los creadores de este modelo han pasado un largo proceso: «Parece mentira que algo tan sencillo y de fácil fabricación haya que trabajarlo tanto, porque cualquier variación en un ángulo de la chapa cortada a láser con precisión milimétrica puede hacer que funcione bien o no, por eso hemos hecho más de 30 prototipos y montones de pruebas reales», advierte el vigués que recuerda que Ankerplex también se puede utilizar como ancla principal.

El ancla se vende a través de su página web (ankerplex.eu) y los envíos se hacen todo el mundo. Su tamaño es también una ventaja en cuanto a cuestiones de logística.