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Atuneros españoles, contra las cuerdas tras vetarse usar «objetos» en el Índico

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Este método es utilizado por los atuneros cerqueros congeladores de la flota comunitaria, compuesta por 46 embarcaciones

07 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La patronal europea de pesca, Europêche, ha lanzado un grito de alarma ante el futuro que le espera a la flota atunera tras la última sesión especial que celebró la Comisión del Atún del Océano Índico (IOTC) en Kenia entre el 3 y el 5 de febrero. Según explica la agrupación, once Estados —entre los que cita a Somalia, Pakistán, Indonesia, Madagascar, India, Irán y Australia— todos ellos partes contratantes que han puesto freno «a importantes medidas de gestión y conservación», se han aliado para impedir el uso de dispositivos agregadores de peces (DST), conocidos como objetos, en la pesca del atún, un método que utilizan los atuneros cerqueros congeladores de la flota comunitaria, compuesta por 46 embarcaciones, entre ellos varios españoles o de capital español.

Europêche tiene claro que la intención de esa entente era «expulsar a los europeos de esas aguas». Así es que, entre las medidas impuestas en esa cumbre —por voto secreto, apostilla la patronal— está la eliminación de los objetos a la deriva en la captura de atún, algo que, subraya la entidad, «destruirá las flotas de cerco y socavará las economías de los países en desarrollo que dependen de él».

La patronal duda de que tras esta decisión, que tiene carácter vinculante para todas las partes contratantes de la IOTC, puedan sobrevivir las industrias conserveras de las islas Seychelles y de Mauricio —donde operan los atuneros españoles—, ya que su suministro depende de lo que descarguen estos barcos.

Los once Estados aliados fueron, según Europêche, azuzados por Indonesia, país que, recalcan, se opuso al plan de gestión del atún aleta amarilla y que ha aumentado sus capturas de túnidos en más de un 250 % desde el año 2014.

Anne-France Mattlet, directora de la división de túnidos de Europêche, lamentó una decisión que no está basada en la ciencia y mucho menos en cuestiones económicas y sociales. Criticó, asimismo, que no se haya dado a la UE y a otros países la oportunidad de argumentar en contra de la medida para encontrar un compromiso e imponerse con una votación. Por eso, la patronal pide a la Unión Europea que impugne esta decisión «para salvar la flota de cerco y apoyar a sus países socios en desarrollo». De lo contrario, «entregaremos nuestro suministro de atún a flotas no comunitarias e intereses extranjeros», dijo Mattlet.