Patrocinado porPatrocinado por

La transición ecológica muta la función de los puertos: de recibir mercancías a exportar energía

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

César Toimil

Expertos juristas analizan con pescadores y sector naval los cambios que las energías alternativas provocan en la navegación y las actividades marítimas

13 may 2022 . Actualizado a las 12:45 h.

La transición ecológica, esa búsqueda contra reloj de un combustible alternativo al carbón y demás combustibles fósiles, está teniendo impactos, efectos colaterales, en todas las actividades económicas tradicionales, a los que no son inmunes las del ámbito marítimo. Al contrario. La búsqueda de nuevas fuentes de energía ha encendido en los puertos la bombilla de la innovación para encontrar el interruptor de las nuevas oportunidades del mismo modo que ha hecho saltar las alarmas en un sector pesquero que teme acabar como el Quijote luchando contra un mar lleno de gigantes que son molinos.

El impacto que las energías alternativas están teniendo en la navegación y las actividades vinculadas al mar fue una de esas Cuestiones Marítimas de Actualidad que el jueves se analizaron en la jornada que la Asociación Española de Derecho Marítimo organizó en la Autoridad Portuaria de A Coruña, la primera que en 73 años celebra en Galicia, y en la que contó con la colaboración del despacho de abogados Zamorano&Peleteiro y el propio Puerto de A Coruña.

Para empezar, el cambio de modelo energético ha puesto las pilas a las autoridades portuarias de A Coruña y Ferrol, que se han lanzado de cabeza a desarrollar proyectos energéticos que, además de garantizar su autoabastecimiento y el de las empresas instaladas en sus respectivos puertos exteriores, permitan exportar la energía que producen en sus terminales. Juan Diego Pérez, director del Puerto de A Coruña, desgranó las líneas básicas y claves del Green Port, el proyecto que con fondos Next Generation pretende que Langosteira sea autosuficiente en el plano energético en el 2023 y exportador de hidrógeno verde y amoníaco del mismo color en el 2030.

Es la misma senda que pretende recorrer la Autoridad Portuaria de Ferrol, convirtiéndose en el «faro energético» que dibujó con palabras en la jornada Jesús Casás, director del Puerto de Ferrol. La intención es generar hidrógeno verde para abastecer a la industria local y, sobre todo, a la electrointensiva de la zona y en un segundo proyecto busca exportar ese hidrógeno verde a Róterdam. También pretende implantar un sistema que permita a los puertos conectarse y abastecerse de energía mientras permanecen en puerto.

Revolución energética 

Dos estrategias, las de los puertos exteriores de A Coruña y Ferrol, que ilustran claramente la «revolución energética» que en el foro describió Luis de Valdivia, presidente de Ecoener, empresa productora de energía alternativas. Y es que las terminales portuarias están mudando su función: «Los puertos pasarán de ser receptores de mercancías a exportadoras de energía», auguró. «En ver de recibir petróleo, como ahora, exportarán hidrógeno y amoníaco verde. Desaparecerán el carbón y el gas» y la industria vinculada a esos combustibles y eso supone que «el talento asociado al sector marítimo también cambiará por el talento asociado a las nuevas necesidades». Es el futuro De Valdivia vio reflejado quizá en las placas solares que precisa para los proyectos que desarrolla Ecoener y que cada vez son más caras por los costes logísticos. Porque lo cierto es que en el presente este será «el primer año en el que se construirán menos proyectos de energías renovables por el incremento de los costes del transporte marítimo», dijo el presidente de la productora energética. Y no solo por el coste, también por los retrasos que los atascos logísticos, que han provocado que proyectos que antes se hacían en seis meses ahora necesiten hasta 15 o 16 «por estar esperando por las placas».

De Valdivia puso de relieve la necesidad de controlar los costes energéticos, porque, además, hizo ver que, hoy por hoy, a los proyectos de hidrógeno verde y demás no tienen resuelta la «ecuación de la rentabilidad» si no es con ayudas y subvenciones.