
La científica viguesa recuerda los beneficios de la ingesta de las grasas del pescado en la salud cardiovascular que nos recomienda consumir al menos dos veces por semana
24 dic 2021 . Actualizado a las 04:48 h.Al parecer, esta investigadora del CSIC y miembro numerario de la Real Academia Gallega de Ciencias, siempre sonríe. O lo hace al menos con una frecuencia inusual. Isabel Medina, (Vigo, 1966) transmite buen rollo mientras desarrolla una brillante carrera científica que no hace más que poner en valor las virtudes de consumir pescado.
—Esta noche... ¿carne o pescado?
—La dieta tiene que ser equilibrada, ja, ja.
—¡Vaya! Era una pregunta para que me respondiera «pescado».
—No, no. Tanto la carne como el pescado deben estar presentes en la dieta, pero es verdad que el pescado tendría que tener una presencia mayor a la que tiene en la actualidad. Y eso que España es uno de los países con mayor consumo.
—Así que deberíamos comer pescado ¿cuántos días a la semana?
—Tres. Como mínimo, dos. Y si pueden ser tres o cuatro, mejor.
—Un poquito caro eso.
—Cuando hablamos de pescado no tiene por qué ser solo el filete de pescado fresco; una conserva de pescado o producto marino tiene también los componentes beneficiosos para la salud a los que nos referimos. Estoy hablando de una lata de sardinas, o un producto ahumado, congelado, de acuicultura... Para el consumidor existe una amplia gama de productos de muchos precios entre los que elegir.
—Por cierto, ¿cómo diría que está de salud el mar?
—Yo no soy experta en eso. Habría que distinguir entre distintas zonas geográficas. De lo que sí puedo hablar es del nivel de posible riesgo alimentario asociado al consumo de alimentos del mar. En ese sentido resaltaría que la legislación y las autoridades controlan este riesgo de manera muy exhaustiva.
—La acuicultura es el futuro.
—Sí. Las expectativas de crecimiento de la acuicultura para las próximas décadas son muy importantes. La producción acuícola va a aumentar de manera notable, por tanto también aumentará la necesidad de disponer de piensos para el volumen de pescado que se va a cultivar. Hay que tenerlo en cuenta.
—¿Qué quiere decir?
—Pues que habrá que disponer de fuentes alternativas de proteínas y lípidos para estos piensos de la acuicultura. Y que sean sostenibles. En eso se está trabajando mucho.

—¿Y usted sabría distinguir un rodaballo salvaje de uno de piscifactoría?
—Analíticamente, sí.
—Con el microscopio es muy fácil. Me refería al paladar.
—Ja, ja. A veces no es tan fácil. Organolépticamente le diré que hay piensos diseñados de tal manera que el producto cultivado es muy difícil de diferenciar del producto salvaje. Hay otros que no. Este es el reto, no solo que el alevín crezca sano y bien, sino que el que llegue a la talla comercial tenga una composición lo más parecida posible a la especie salvaje.
—Así que la clave de todo está en el pienso.
—Una gran parte de los retos de la acuicultura del futuro está en el diseño de piensos. Y que sean sostenibles.
—Siempre se dijo que los japoneses viven mucho porque comen mucho pescado.
—Lo que sí es verdad es que desde los primeros estudios epidemiológicos con la población esquimal, se demuestra que las poblaciones con un alto consumo de pescado, como puede ser la japonesa, tienen muy baja incidencia de enfermedad cardiovascular. Y se asocia al consumo de las grasas del pescado.
—Me está convenciendo...
—Ja, ja. No solo pasa con el pescado, también con los mejillones, por ejemplo, que además de contener estos compuestos omega3, tienen betaína, que es otro compuesto muy interesante desde el punto de vista de la enfermedad cardiovascular. Y son un producto muy asequible.
—¿Celta o Deportivo?
—Yo soy del Celta. Tengo tres hijos, dos chicas y un chico, que es socio desde pequeño. A mi padre y a mis hermanos les gustaba mucho el fútbol. En casa todos del Celta.
—Fuera del laboratorio, ¿qué le gusta hacer?
—Me gusta mucho bailar; voy al conservatorio a practicar bailes de salón y baile latino. Me gusta nadar, jugar al tenis y hacer deporte en general. Y estar con mi familia y con mis amigos
—¿Navega?
—Navegué en un determinado momento, antes de tener a mis hijos. Me gustaba mucho, pero debo reconocer que como patrón de barco era muy mala. Pero navegar es una experiencia maravillosa, sobre todo en la ría de Vigo, que es una ría muy segura.
—Defínase en cuatro palabras.
—Apasionada, trabajadora, responsable y familiar.
—De pequeña, ¿qué quería ser de mayor?
—No tenía ni idea. Decía que maestra, porque en mi familia ha habido una importante cantidad de maestros y profesores.
—Por cierto ¿va a preparar usted la cena de Nochebuena?
—Sí, con mi madre. Iré a ayudarla yo o que ella me ayude a mí, ja, ja.
—¿Y qué pescado preparará?
—¡Centollas! Y el salpicón de marisco. Después, cordero.
—Dígame algo que hace mal y que le gustaría mejorar.
—Soy muy impulsiva. Una mayor dosis de paciencia me vendría muy bien.
—¿Cual es el sitio en el que se siente feliz?
—En Nigrán, en Playa América me siento feliz. En mi casa, también. Y en Italia, que es como si fuera mi segunda casa.
—Dígame una canción.
—Cuatro rosas de Gabinete Caligari.
—¿Qué es lo más importante en la vida?
—Hacer las cosas con amor.